Hice disfrutar a mi hermana de 18 años con un sexo intenso y sin florituras en nuestra casa. Es una hermosa joven de pelo rubio que me hace mucha ilusión, siempre hemos estado muy unidos. Y un día viajamos a una colonia de vacaciones, nuestros padres viajaron y nos dejaron en este lugar. Como vivimos entre aquí en México y Nueva York siempre estamos apurados porque nuestros padres viven viajando por trabajo y siempre tenemos que estar acompañándolos. Y en este lugar mi hermana y yo nos íbamos a acampar juntos un fin de semana.
Nuestros padres compraron una gran tienda de campaña para que pudiera dormir junto a mi hermosa hermana. Y después de todo un día de actividades al aire libre, los monitores del lugar nos dejaron beber, como mi hermana y yo teníamos más de 18 años pudimos beber un poco con ellos. Acabamos muy borrachos y nos fuimos a dormir a la misma tienda. Y esa noche hacía mucho frío, así que decidimos dormir juntos, abrazados. Y yo estaba detrás de ella, mi hermana tiene un culo muy grande y bonito y no pude resistirme.
Mi pene empezó a ponerse cada vez más duro y ella lo sentía porque le tocaba el culo. Y empezó a revolcarse muy lentamente sobre mi polla que se ponía aún más dura, y ante eso no pude resistirme. La abracé con fuerza y le dije que parara, porque si seguía así acabaría penetrando en su coño. Y ella siguió rodando aún más y yo no pude contener mi voluntad, saqué mi pene y ella se bajó el pantalón del pijama y pude ver ese hermoso y gran culo. Se puso de pie y comencé a penetrar su apretado coño.
Ella gimió suavemente y dijo que yo era muy sabroso y que ese sería nuestro secreto. Y yo penetraba cada vez más en ese hermoso, caliente y apretado coño. Poco después, se montó encima de mí y empezó a besarme la boca mientras se sentaba sobre mi polla. Confieso que cada vez estaba más excitado, apretaba con fuerza su gran culo y penetraba cada vez más en su hermoso y delicioso coño apretado. Estaba muy excitada y no paraba de decir que yo era muy sabroso y que mi pene era muy grande.
Luego para hacer este momento aún mejor se puso a cuatro patas con su gran culo en alto y me dijo que siguiera penetrando. Y yo le estaba penetrando el coño y sujetando ese precioso culo, y ella me llamaba hermanito caliente y me pedía que la penetrara aún más fuerte e incluso me pedía palmadas en el culo. Acabé disfrutando intensamente en el coño de mi preciosa hermana, nos acostamos juntos y al día siguiente me desperté con una enorme erección y tuve que volver a tener sexo con ella.
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