Traicioné a mi marido y tuve sexo con 3 hombres

Traicioné a mi marido y tuve sexo con 3 hombres muy sabrosos y traviesos que me dejaron completamente quemada y despellejada. Me llamo Angela, tengo 39 años y soy madre de familia. Yo no trabajo, mi marido se encarga de esta tarea mientras yo me ocupo de la casa y de los niños. Y seamos sinceros, esta rutina de ama de casa también es muy estresante. Y últimamente mi marido ha tenido que aceptar más trabajo para que podamos pagar todas las facturas. Como consecuencia, no teníamos mucho tiempo para tener sexo. Porque cada día estaba más cansado, y cuando llegaba el fin de semana sólo quería dormir y ver la televisión.

Pasamos unos 3 meses en esta rutina, durante todo este tiempo sólo tuvimos sexo 4 veces, casi una vez al mes. Y esto ya me estaba estresando mucho, estaba empezando a ponerme demasiado nerviosa y todo por la falta de sexo. No quería engañar a mi marido porque es un hombre muy bueno conmigo y con nuestros hijos. Pero esta falta de energía para tener sexo conmigo se estaba convirtiendo en un gran problema. Y para mantener a nuestra familia unida y feliz tuve que encontrar una manera de estar más tranquila y menos estresada.

Y todo esto cambió cuando un buen día se rompió el grifo de la cocina. Mi marido llamó a un fontanero y vino a arreglar el fregadero. Él y otros 2 ayudantes, morenos fuertes y guapos que despertaron en mí un enorme deseo. Fueron muy educados, entraron tranquilamente y se metieron en la cocina para arreglar todo. Y no podía limitarme a mirar a esas morenas fuertes y calientes, como hacía días que no tenía sexo tenía que actuar. Todavía muy nervioso, fui a la cocina y pregunté si aceptaban agua.

Entonces me puse a servirles y a hablar con ellos, me senté en una silla y hablamos. No podía soportarlo, cuanto más hablaba con ellos más me ponía cachondo. Como mi marido y los niños tardarían mucho en llegar a casa, aproveché esta oportunidad. Empecé a desabrocharme la camisa muy lentamente y uno de los hombres empezó a mirarme mostrando mis pechos. Los demás también dejaron lo que estaban haciendo y me miraron quitarse toda la ropa. Les mostré mis pechos y les dije que estaba muy insatisfecha con mi marido.

En ese momento se acercaron a mí y uno de ellos, el dueño de la empresa de fontanería, me agarró los dos pechos y empezó a chuparlos. Los otros me quitaron la falda y las bragas y empezaron a chuparlas también. Uno de ellos me lamía el coño mientras el otro me besaba y me agarraba el culo. Sacaron sus enormes pollas y empecé a chuparlas. Después nos fuimos al sofá del salón, donde se produjo la orgía sin florituras. Me tumbé en el sofá y me metieron las pollas en la boca y dentro del coño. Entonces me puse a cuatro patas y el más fuerte se puso detrás de mí y empezó a penetrarme el coño mientras yo chupaba las pollas de los otros.

Y en el calor del momento uno de ellos me ponía en su regazo y me penetraba el coño. El segundo comenzó muy lentamente a penetrar mi culo caliente y el tercero se puso a chupar con avidez. Después de eso me puse a cuatro patas en el suelo y se turnaron para penetrarme el culo. Cada 10 minutos se cambiaban y me iban penetrando sin adornos. Al final todavía me cayó una lluvia de leche, tomaron mi número de teléfono y se fueron. Me duché y limpié todo el desastre que había quedado, después tuve que aplicarme una pomada en el coño y en el culo. Estaba completamente destruida, pero fue el mejor sexo de mi vida.