Tuve sexo caliente con mi hija adoptiva y tuve un intenso placer teniendo sexo con esta joven traviesa. Tengo una hija, yo y mi esposa acordamos adoptar ya que no era fértil. Una hermosa morena, se llama Geovana, lo que pasa es que el tiempo pasó y ella creció. Y a la edad de 19 años era simplemente maravillosa y muy caliente. Una morena con grandes pechos y un hermoso culo, esta hija adoptiva mía me estaba poniendo muy cachondo. Empecé a preguntarme cómo sería su mamada, y supe que estaba mal.
Para colmo empecé a tener celos de sus novios. Ninguno de ellos era bueno para ella, y siempre me metía con todos. A mi mujer le empezó a parecer extraño, porque era como si toda mi atención fuera para nuestra hija. Empecé a dejar a mi mujer sin sexo, porque ya no sentía placer en ella como antes. Empecé a masturbarme todos los días pensando en nuestra hija. Y para colmo un día no pude resistirme y miré por el ojo de la cerradura de la puerta y la vi cambiándose de ropa. Ese día estaba realmente excitado.
Geovana también se estaba dando cuenta de lo que ocurría. Tenía un problema con cada chico con el que salía, mi control para saber dónde estaba todo el tiempo. Y también el hecho de que me quedé mirando demasiado sus pechos. Y un día estaba viendo la televisión, mi mujer se había ido a pasar unos días a casa de su hermana y Geovana se quedó en casa. Se sentó a mi lado y me sorprendió cuando me preguntó si sentía deseo por ella. Inmediatamente lo negué y dije que era mi hija y que la quería. Luego me preguntó por qué actuaba así y me dijo que un día se dio cuenta de que la estaba mirando mientras se cambiaba de ropa.
Le dije que nunca había hecho eso y que se estaba volviendo completamente loca. Y me enseñó un vídeo en su teléfono móvil, como ya sospechaba decidió probarlo. Dejó el móvil escondido y me pilló in fraganti viendo cómo se cambiaba de ropa. En ese momento cayeron las máscaras y ya no pude mentir y decir que sí la quería. Cuando pensé que no podía estar más sorprendida, Geovana se acercó y me besó la boca. Al principio me quedé muy sorprendido y no pude besarla bien, se apartó y se disculpó.
Entonces, sin decir una palabra, me acerqué de nuevo y comencé a besarla. Me dejó tocar sus grandes y deliciosos pechos y empezó a tocarme el pene. Lo sacó y dijo que era el más grande que había visto. Me pidió que mantuviera en secreto lo que íbamos a hacer. No sabía si esto era correcto, pero dijo que después del día en que me vio observando cómo se cambiaba de ropa empezó a sentirse excitada por mí. En ese momento me puse de pie y le quité los pantalones cortos, le quité las bragas y empecé a chuparle el coño. Me agarraba del pelo y gemía llamándome caliente.
Entonces mi pene entró en el coño de mi hija adoptiva y ella se excitó muchísimo al igual que yo. Ella también se sentó sobre mi polla, en este momento tuve que contenerme para no correrme demasiado rápido. Ese gran culo sentado con soltura me volvió loco, y para colmo me pidió que le diera una palmada en el culo. Me corrí intensamente en esa joven y ella también se corrió sabrosamente. Ese día tuvimos sexo 2 veces más, todo esto sucedió hace 9 meses. Hoy mi hija vive con su madre, terminé divorciándome porque ya no quería a mi mujer. Y de vez en cuando mi hija viene a visitarme y tenemos sexo caliente.
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