Tuve sexo en el baño del avión con un extraño

Tuve sexo en el baño del avión con un extraño. Ese día fue el más loco de toda mi vida, sexo en el avión, era la primera vez que lo tenía y confieso que lo disfruté mucho. Disfruté intensamente ese día y estaré reportando aquí todo lo que pasó. Creo que esta historia te dará el mejor orgasmo de tu vida. Porque una historia así solo le pasa a gente como yo, que vive para el sexo y el placer.

Mi nombre es Verónica, tengo 26 años y trabajo como prostituta de lujo. Para que alguien tenga sexo conmigo, tienes que pagar $900 la hora. Porque soy una princesa, tengo unos pechos enormes y firmes, un bonito culo tonificado. Soy alta, delgada y tengo cara de modelo de Victoria Secrets. He trabajado como modelo, pero prefiero ser una prostituta de lujo. Porque con todo el dinero que cobro y teniendo muchos clientes, tengo una vida maravillosa.

Y ese día estaba de vacaciones, iba a Miami y un mexicano muy guapo se sentó a mi lado. Nos quedamos hablando y me dijo que era de Guadalajara como yo. Me estaba felicitando todo el tiempo, tomó mi número de teléfono y me estaba excitando. Era hermoso, fuerte, amistoso y muy amable. Estuvimos hablando como media hora y luego terminé besándola en la boca. Lo emocioné muchísimo cuando le dije cuál era mi profesión.

Tuve sexo en el baño del avión con un extraño

El cabrón entonces quiso follarme y dijo que me pagaría por ello. Pero él no quería dinero, yo solo quería placer, así que lo llamé al baño. Como tengo sexo en varios lugares, ese era un lugar donde nunca había tenido sexo. Entré primero y poco después de que él llegara, ya me estaba quitando la ropa antes de que él llegara porque el baño es extremadamente pequeño. Estaba locamente cachondo, empezó a chuparme los pechos y en la secuencia yo bajaba y chupaba su enorme y delicioso pene.

Era el pene más hermoso que había visto y lo chupé, después de lo cual me levanté, saqué el culo y le dije que me follara. Y el cabrón me estaba penetrando con mucha fuerza, esa enorme polla entrando en mi coño era demasiado sabrosa. Me susurró al oído pidiéndome que soltara su culo y lo dejé penetrar mi ojete. Casi grité con esa enorme polla entrando en mi culo, y en poco tiempo tuve que pedirle que dejara de penetrar mi culo.

Inmediatamente después de este sexo anal, se sentó en el inodoro, yo me senté en su pene y comenzamos a besarnos en la boca. Mientras él penetraba esta enorme polla en mi coño, yo besaba su boca caliente. Y entonces el hermoso chico me hizo correrme y también se corrió intensamente en mi coño. Luego nos vestimos y volvimos a nuestros asientos. Nos quedamos hablando el resto del viaje y luego cada uno se fue a su destino. Estamos hablando y haciendo arreglos para encontrarnos y cuando eso suceda, continuaré esta historia con este chico sexy.