Me masturbe en el carro hasta correrme caliente

Que mujer nunca se ha masturbado en el carro, te voy a excitar mucho con mi experiencia que tuve dentro del carro usando el equipo. Mi nombre es Marcela, tengo 19 años y me encanta leer estas historias eróticas, de hecho estaba leyendo una historia de este sitio cuando me masturbé en el carro. Presta mucha atención que el placer será intenso con este cuento erótico.

Soy joven y me gusta mucho beber y descubrir cosas nuevas. Estaba bebiendo un día con amigos después de la universidad. Y llegó un amigo con una botella de agua de colores. Sabía que no era solo agua allí, me dijo que era un dulce y quería probarlo. Tomé unos buenos sorbos y seguí bebiendo, y me estaba dando un calor infernal en mi coño.

Y la cachonda iba aumentando mucho y comencé a descontrolarme mucho. Y como en ese momento no tenía ningún hombre que me jodiera, actué sola. Les dije a mis amigos gays que iba al baño pero en realidad fui a mi auto. Y allí comencé el show en solitario donde terminó con un orgasmo muy agradable. Me emocioné mucho y me masturbé en el auto.

Estaba cachondo en ese momento y lo único que quería era masturbarme. Me subí al auto, y es bueno que tenga vidrios polarizados, para poder ponerme cómodo. Luego me quité la ropa, me quité la blusa y los pantalones y también las bragas. Me desnudé totalmente, puse música y comencé a acariciar mi cuerpo. Estaba acariciando mis pezones y mi coño.

Me masturbe en el auto sentado encima del equipo

Y yo soy una joven delgadita con el coño rosado y las tetas y el culo turgentes. Dejé el banco y estaba la peladinha golpeando mi dedo en mi coño caliente. Más la cachonda era muy grande, busqué un cepillo para el cabello y me estaba penetrando en el coño. Encendí el sonido porque comencé a gemir muy bien y el sonido era para disimular los gemidos.

Y estaba golpeando varias cosas en mi coño, pero aún eran pequeñas. Y mi erección era enorme y tuve que despellejarme el coño. Miré las marchas del auto y ni siquiera lo pensé dos veces. Me senté encima de ella y me tragué los engranajes del auto con mi coño rosado. Y comencé a brincar muy bien mientras acariciaba mis pequeñas y duras tetas.

Y yo estaba sentado salvajemente encima del equipo en el auto volviendome loco. La córnea solo aumentaba y yo me emocionaba cada vez más. Gritaba de lujuria mientras penetraba la marcha en mi coño. Y para emocionarme aún más decidí probarlo en mi trasero. Me puse un poco de aceite en el culo y comencé a penetrar todo mi ojete.

Y me estaba abriendo de par en par y con mi coño y mi culo ardiendo en esta loca masturbación. Y después de mucho estar sentado comencé a disfrutarlo muy bien. Y fue suavizando la marcha con la miel de mi coño caliente. Estaba muy satisfecho y volví al bar a beber con mis amigos. El otro día no podía ni caminar derecho porque estaba tan en llamas que tuve esta masturbación en el auto.