Mi vecino me deja follar a su hermosa esposa. Una preciosa rubia de grandes pechos, gran culo y muy guapa. Tuve la suerte de vivir al lado de su casa y tener el privilegio de follarme a su bella y traviesa esposa. Mi nombre es Arturo, tengo 19 años y hace 6 meses que no gano dinero para tener sexo con Samantha, la esposa de Santiago, mi vecino cornudo al que le gusta ver a los hombres follar a su hermosa esposa.
Santiago ya tiene 54 años, está jubilado y como trabajaba en el gobierno mexicano gana buen dinero. De esa manera su vida es viajar y cuidar a su amada esposa. Samantha es una de esas mujeres ricas que no tiene que preocuparse por nada en la vida porque su marido siempre le soluciona todos los problemas. Mirándolos al principio, usted y cualquier otra persona pensará que son personas normales. Pero las apariencias engañan y en realidad guardan un secreto que les hace mucha ilusión.
Santiago disfruta viendo a su hermosa esposa tener sexo con otros hombres y mujeres. Pensé que no existía, que ningún hombre era capaz de hacer eso. Pero me sorprendí cuando descubrí que a muchos hombres les gusta ser cornudos como lo es Santiago. Trabajo como pintor de casas junto con mi padre. Y un día Santiago me llamó para pintar su cuarto. Solo querían cambiar el color de la habitación, como era un simple servicio mi padre me pidió que solucionara todo yo.
Compramos la pintura, sacamos los muebles de la habitación y me puse a pintar. Pero de repente mientras estaba pintando la habitación llegó Samantha luciendo una lencería roja muy caliente. Me salió el pene duro y muy excitado, pero dejé de mirar y volví a pintar. De repente llega Santiago y me asusto mucho, en ese momento ya dije que no hice nada con su esposa y que ella fue la que llego así mientras yo estaba trabajando. Se estaba riendo con ella y dijo que le pidió a su esposa que viniera a verme así. Me explicó su deseo sexual y me ofreció $ 200 para follar a su esposa mientras miraba.
Era mucho dinero y tenía muchas ganas de comprar zapatillas nuevas. Así que decidí aceptar, tomé los 200 dólares y nos fuimos a la sala, así que me quité la ropa. Yo era muy tímido y Samantha empezó a chuparme el pene. Ella lo dejo muy duro y chupo intensamente, luego se quitó la ropa interior y comencé a chuparle los pechos y el coño. Entonces Santiago le pidió que se pusiera a cuatro patas y me dijo que le penetrara el culo, yo estaba muy feliz penetrando el culo travieso y ella gemía diciendo que tenía una erección enorme y que yo tenía buen sexo.
La niña traviesa comenzó a sentarse en mi pene diciéndome que lastimara su culo caliente. Y yo estaba penetrando muy fuerte mi pene en el culo de Samantha haciéndola feliz y excitada. Santiago estaba en el sofá masturbándose y se lo pasó bien, fue el primero en llegar. Y seguí penetrando el culo de su hermosa esposa y en la secuencia ella también se corrió. Y cuando llegué, los dos se pusieron de rodillas y les unté la cara con leche fresca haciéndolos sentir muy emocionados. Ahora por lo menos una vez a la semana voy a su casa, tenemos buen sexo y gano entre 100 y 200 dólares semanales.
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