Tuve sexo con mi hermana en el sofá de la sala

Tuve sexo con mi hermana en el sofá de la sala. Ese momento fue sin duda el más emocionante de toda mi vida. Terminé teniendo sexo con mi hermana Renata, ella tiene 22 años y yo solo tengo 18 y tuvimos muy buen sexo. Todo esto sucedió porque pensé que estaba solo en casa, fui a masturbarme viendo películas pornográficas, pero mi hermana estaba allí y se interesó mucho cuando vio el tamaño de mi pene. Y les voy a contar los detalles de esta historia que tuvimos hace un mes. Fue muy agradable follarme a mi propia hermana, siempre pensé que era muy hermosa.

Renata es morena, alta y delgada, y sus pechos son grandes y perfectos. Además, tiene un buen trasero, pero nunca tuve ningún deseo por ella, después de todo, es mi hermana. Pero ese día terminamos olvidándonos un poco del tema y tuvimos un sexo muy sabroso que me dejó sumamente excitado. Era un martes por la tarde, ella suele estar en el trabajo a esa hora, me acababan de despedir de mi antiguo trabajo, así que me estaba tomando unas vacaciones de unas semanas en casa.

Y mi rutina de la tarde era encender la tele enorme, poner una buena peli de sexo y masturbarme intensamente. Pero ese día mi hermana no había ido a trabajar, estaba resfriada y terminó quedándose en casa. Y yo no me había acordado de eso, y cuando mis padres se van a trabajar aprovecho para hacer lo que me gusta en la tarde. Así que puse una buena película y comencé a masturbarme, pero luego mi hermana estaba detrás del sofá mirando todo y estaba emocionada y emocionada de ver lo grande y grueso que era mi pene.

Tuve sexo con mi hermana en el sofá de la sala

Y de repente me pregunta si necesito ayuda, me asuste mucho y apago la tele y me meto el pene en el pantalon, pero luego se quito la camisa y me dijo que no sea timida y me saque el pene que ella queria jugar con él un poco. Como aún estaba muy excitada terminé saliendo, me saqué el pene, me senté en el sofá y mi hermana comenzó a acariciarlo. Y del cariño empezó a usar la boca y empezó a hacerme un sexo oral muy sabroso dejándome completamente excitado.

Después de eso comencé a besar su boca y lentamente se sentó en mi pene. Fue una muy buena sensación, la primera vez que practiqué el incesto, y fue muy buena, ella frotaba sus hermosos senos en mi boca. Se los chupé y penetré su coño, mientras tanto le apretaba fuerte el culo y ella continuaba rodando lentamente sobre mi pene. Le dije que tenía que sentarme despacio porque él era demasiado grande, después de sentarse en mi pene ella se puso a cuatro patas en el sofá, me miró y me dijo que siguiera penetrando despacio para no lastimarla.

Penetré suavemente para no lastimar demasiado el coño de mi hermana. Yo estaba sujetando con fuerza su trasero, que era muy grande y perfecto, y le di algunas palmadas, excitándola aún más. Seguí penetrando y lo fui haciendo hasta que la jovencita traviesa tuvo un hermoso orgasmo, me dijo que lo disfrutara pronto también, porque ya le ardía el coño. Y la penetré hasta correrme, luego ella volvió a su habitación y yo me quedé en la sala tratando de entender lo que acababa de pasar entre nosotros.