Engaño a mi mujer con un travesti de 18 años

Hoy os voy a contar como engañé a mi mujer con un delicioso joven travesti de tan solo 18 años que se mudó al piso contiguo al nuestro. ¿Qué os parece un buen relato erótico con travestis? Te garantizo que te emocionarás mucho cuando te cuente cómo terminé engañando a mi esposa con una deliciosa jovencita travesti puta de tan solo 18 años.

Estuve casado durante 5 años en ese momento con mi esposa. Y yo siempre he sido heterosexual, siempre me han gustado sólo las mujeres. Pero esa historia cambió cuando una travesti muy hermosa y ninfetinha se mudó al mismo edificio en el que yo vivía. Ya no vivo allá porque mi esposa me echó de la casa desde que pasó esta traición y ella se enteró.

Han pasado 2 años y hasta el día de hoy no le ha perdonado esa traición. Más aún con una travesti mucho más caliente que ella que es mujer. Porque esta mujer trans era joven, toda musculosa y tenía unas tetas realmente grandes y un buen culo. Parecía una modelo femenina y para que te dieras cuenta de que era transgénero por su voz y si le quitabas la ropa. Lo encontré de las dos maneras y me gustó mucho.

Nunca he tenido experiencia con un travesti, pero cuando era joven ya dejé que un hombre gay en mi habitación me hiciera sexo oral. Y confieso que fue muy bonito, y cuando vi a esa mujer trans con aspecto de modelo me emocioné mucho. Le dije buenos días y cuando respondió vi que era un travesti y no una mujer. Pero esta mujer trans era tan caliente y hermosa que la deseaba en todos los sentidos.

Y en poco tiempo descubrimos que ella era un programa. Porque siempre había viejos ricos bien vestidos que entraban en su apartamento y tardaban una o dos horas. Todos los días oíamos muchos gemidos y olíamos a sexo saliendo de su apartamento. Y ahí vi que sería aún más fácil poder follar a ese delicioso travesti.

Engaño a mi esposa con una bella joven travesti prostituta

Muy emocionada y pensando todo el día en esta travesti traviesa decidí que al día siguiente saldría temprano del trabajo. Y allí hablé con mi jefe que se sentía mal y logré llevar a cabo la primera parte del plan, que era salir temprano del trabajo. La otra era ofrecerle dinero a una joven trans y ella aceptaría ponerme caliente. Llamé a su puerta y me abrió la joven, me hizo pasar y enloquecí de lujuria.

Porque solo llevaba un vestido de encaje muy corto y ni siquiera llevaba sujetador, solo unas bragas muy pequeñas y delgadas. Ya le hablé que quería un programa, me dijo el valor y ya le di el dinero y la traviesa vino besándome la boca y llevándome a su cuarto. Y él ya me estaba quitando la ropa y haciéndole una buena mamada a mi polla.

Ella amamantó mucho mejor que mi esposa, y miré hacia abajo admirando esa carita de ángel mientras chupaba mi polla. Después de eso me acosté en la cama y seguí apretando sus pechos mientras ella rodaba lentamente sobre mi pene.

Estaba muy sabroso y yo iba pasando mi mano por ese cuerpecito curado mientras la traviesa me dejaba follar su culo caliente. Una verdadera maravilla ese culo sentado en mi polla caliente.
Follamos de lado donde ella besó mi boca y yo estaba penetrando ese culo caliente.

Ella gimió y me llamó cabrón mientras yo penetraba ese culito dejándolo todo abierto y de par en par. Me concentré en follármela sobre la cama, en el suelo y luego en el sofá del salón de su apartamento. La picardía me hizo correrme bien sabroso y terminé engañando a mi esposa con esta mujer trans de 18 años.