Follando el culo de la puta esposa de mi jefe idiota que es un cornudo suave. Trabajo en una agencia de ventas y realmente odio a mi jefe. Tanto es así que comencé a seguir a su esposa en Instagram solo para intentar acercarme a ella y tener buen sexo. Y después de 5 meses invirtiendo logré follarme a este bombón casado. Solo hice esto porque descubrí que ella engañó a mi jefe varias veces, y como él nunca hizo nada, ella nunca dejó de engañar. Y decidí ser uno más en la lista de amantes de esta madurita traviesa.
Y pasé mucho tiempo hablando hasta que quedamos en encontrarnos. Me llamó a su casa mientras su esposo estaba en el trabajo. Tuve que compensar mi enfermedad para poder irme temprano. Y cuando me iba todavía me despedí de mi jefe cornudo y me fui a su casa a follarme a su esposa puta. Y cuando llegué me estaba esperando la madurita traviesa. Con ropa ajustada de gimnasia, comenzamos a conversar en el sofá mientras tomamos una copa de vino.
Y hablamos mucho de las fiestas de empresa donde ya nos conocimos. Y la conversación se puso más y más caliente hasta que le dije que tenía muchas ganas de follármela. Estaba toda feliz y ya empezó a mostrarme sus pechos calientes. Preciosos pechos enormes muy duros que he estado apretando y dando unos lametones muy sabrosos. La zorra estaba muy necesitada, me dijo que su esposo solo pensaba en trabajar.
Y que yo estaba muy solo en casa, por eso siempre lo engañaba. Y luego ya me estaba quitando los pantaloncillos cortos de la traviesa y vi ese culo enorme y rico. Se sentó con su culo en mi cara y terminamos haciendo un buen 69. Le chupé todo el coño y su gran culo. Mientras la traviesa chupaba mi enorme polla excitándome mucho.
Y tomé a esta chica traviesa y le estaba lamiendo el culo porque lo follaría mucho en la secuencia. Y después de este maravilloso preliminar, la niña traviesa quería sentarse en mi polla. Y él estaba rodando con deseo y cachondo encima de mi pene haciéndome excitarme más y más. Sostuve ese enorme culo mientras la zorra se sentaba mucho.
Luego se tiró sobre la alfombra y se puso a cuatro patas como una perra en celo. Fui detrás besando su culo gigante y penetrando mi pene una vez más en su culo caliente. Y le di penetraciones muy fuertes dejándole el culo todo magullado. El travieso gritaba y pedía bofetadas en la cara mientras tomaba el pene en el culo caliente y sabroso.
Estaba follando ese culo sin lujos haciendo delirar a esta perra casada. Le estaba follando el culo a la esposa de mi jefe que estaba trabajando. Y yo estoy en su casa, follándome a su esposa y manchando de leche toda la alfombra y el sofá. Y después de follarme mucho a su mujer me vine sobre la alfombra y me fui. El otro día fui a su cuarto, y como ya me quería ir de ahí, dije que ayer era mentira que me sentía mal. E incluso revelé que en realidad estaba en su casa follándome a su puta esposa.
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