Lo que les voy a contar aquí ahora sí pasó de verdad, una historia muy loca que tuve con un viejo cabrón y oportunista que andaba por las calles de Tijuana. Terminé distrayéndome en el tráfico y atropellé al viejo y tuve que follármela para no ir a la policía. Dijo que me denunciaría porque lo golpeé, me puse nervioso y decidí hacer lo que él quería. Primero le ofrecí dinero pero cuando vio que era una morena muy caliente me quiso follar. Traté de negociar más por él, el trato sería solo su silencio por sexo caliente.
Y con miedo de perder mi licencia de conducir y aún así ser arrestado, tenía que hacer lo que quería. Porque hubo muchos testigos en la escena que vieron que en realidad lo atropellé porque estaba distraído en el tráfico. Y desesperado acabé follando intensamente con este viejo bastardo que quería follarme el culo. Pero no lo solté cuando intentó penetrarme el culo. Pero el chocho lo tuve que soltar para que el cabrón se lo follara a su antojo. Y confieso que fue hasta un poco agradable porque su polla es muy gruesa.
Estén atentos y les contaré cómo sucedió todo. Estaba caminando muy distraído por las calles de Tijuana cuando de repente terminé golpeando a un hombre de 60 años que iba en una motocicleta y terminé cayendo al suelo y lastimándose la rodilla. Yo desesperadamente fui a ayudar, lo ayudé a levantarse y otras personas también vinieron a ayudar. Entonces tomé su bicicleta y le pregunté cuánto quería ayudar con el concierto ya que era mi culpa. Me miró y dijo que no quería dinero, sino un sexo realmente agradable y sucio allí mismo en el auto. Inmediatamente lo llamé loco pero luego dijo que llamaría a la policía.
El bastardo dijo que llamaría a los testigos ya la policía para arrestarme. Me asusté mucho y acabé aceptando lo que él quería. El bastardo dijo que solo quería 20 minutos de sexo caliente conmigo en mi auto y yo dije que sería solo esa vez y que no quería volver a verlo en mi vida. El cabrón subió al auto y ya se estaba sacando el pene. Y cuando entré también me sorprendí, era un pene muy grande y grueso, pensé que era un viejo acabado pero tenía un pene mucho más duro que el de mi marido.
Y yo estaba chupando ese gran pene volviendo loco de lujuria al viejo bastardo. Me sostenía la cabeza mientras le chupaba el pene sin lujos, haciendo que el bastardo se emocionara mucho. Luego me pidió que me quitara la ropa. Me quité la camisa y comenzó a acariciar mis tetas perfectas. Luego me quité los pantalones y él me quitó las bragas y comenzó a chuparme el coño. Y me empezó a gustar porque ese viejo bastardo me estaba sorprendiendo. Amamantó mucho mejor el coño que mi esposo, que es 30 años más joven que él.
Y después de chuparme el coño lo suficiente, el viejo bastardo me pidió que me sentara en su pene. Me sentí bien con su polla y comencé a moverme mientras frotaba mis tetas en la cara del viejo bastardo. Y me agarró el culo y fue penetrando mi coño de buena gana. Hasta que sacó su polla de mi coño y trató de meterla en mi culo. Pero me dolía mucho y no lo aguantaba, solo me clavaba la cabeza del pene pero me quemaba demasiado. Y le dije que podía follar mi coñito. Así que atropellé al viejo y tuve que joderlo para no ir a la policía. Se corrió mucho en mi coño y se fue todo feliz.
¿Hola chicos, cómo están? Mi nombre es Marco Moreno, tengo 54 años, soy viudo y padre de familia. Habiendo perdido recientemente a mi esposa, terminé mudándome con mi hijo mayor. Vive solo con...
LEA ESTE CUENTOHoy quiero dejar constancia aquí de una experiencia que tuve con mi padrastro, un viejo cabrón muy pervertido que me cagó bien y me hizo chupar su enorme polla bien gruesa. Al principio quería un...
LEA ESTE CUENTOMi esposo se durmió y yo me fui a follar a su hermano. Un joven travieso llamado Matias, solo tiene 18 años, vive aquí en su casa desde hace solo 2 semanas. Mi esposo necesitaba que alguien lo...
LEA ESTE CUENTODejé que mi rico y travieso profesor me penetrara por el culo. Una joven rubia de sólo 19 años como yo se merece lo mejor de la vida. Pero mis padres no son ricos, así que el sueño de tener una...
LEA ESTE CUENTOEste Conto ainda não recebeu comentários