Te cuento como terminé teniendo sexo con cariño con mi suegra traviesa que tiene casi 50 años. Pero sigue siendo una rubia dueña de la corona de hermosos pechos que siempre me volvió loca de lujuria. Lo que voy a revelar aquí ahora debe quedar entre nosotros o mi esposa me matará. Porque terminé follándome a su madre, que es una rubia muy traviesa y ama una buena polla fuerte en su coño. Y tuve que probar este coño en mi polla y me terminó gustando mucho donde lo usé y abusé de todo.
Mi suegra ha estado divorciada durante años y recientemente rompió con su nuevo novio porque él no parecía estar haciendo el trabajo. Era demasiado viejo y estaba dejando a mi suegra insatisfecha en la cama. Y un día me enfermé y no fui a trabajar. Y me quedé solo en casa con mi deliciosa suegra. Y una vez que fui al baño terminé escuchando algunos gemidos muy agradables provenientes del baño. Decidí revisar la cerradura y vi a mi suegra desnuda en el baño masturbándose intensamente usando un dildo muy grande.
Estaba sentada en el suelo con un consolador muy grueso en su coño y estaba sentada sin lujos encima de su pequeño juguete. Y cuando vi esa escena no pude evitarlo, ya tenía la polla dura y estaba loca de lujuria. Abrí la puerta y mi suegra se sobresaltó al verme con una polla dura allí, loca de lujuria, viéndola masturbarse. Ni siquiera hablamos y me acerqué a ella y ella se bajó del juguete sexual y vino a besarme. Fue una gran conexión la que tuvimos en ese momento y nos besamos en ese baño y yo estaba sosteniendo sus hermosos senos.
Y esas enormes tetas me volvían loco de placer. Estaba chupando cada uno de ellos mientras mi suegra hacía caricias intensas en mi pene muy duro. Después de eso se apoyó en el armario mirándose en el espejo y me llamó a la acción. Ya he estado pasando mi mano por su cintura y comencé a penetrar mi pene dentro de su coño caliente. Ella dio un pequeño salto y gimió cuando mi polla entró y comencé a penetrarla con deseo. Me ponía y quitaba con la presión del coño de mi suegra haciéndola delirar de tanto placer.
La traviesa gemía intensamente y decía que siempre me encontraba muy caliente y que siempre quería sentarse en mi pene. Luego fui al suelo, me acosté y ella se vino rebotando sobre mi polla. Enloquecí de lujuria con sus tetas calientes que rebotaban mientras rodaba intensamente encima de mí. Le estaba abofeteando y diciendo que es muy traviesa. A mi suegra le encantó y me pidió que le pegara más en la cara de perra. Y estábamos haciendo el amor en el baño mientras mi esposa trabajaba.
La niña traviesa no aguantó más estar sentada porque ya es vieja y estaba acostada de lado. Y seguí penetrando su coño y le fui pasando la mano por los enormes pechos que tiene. La perra vio que estaba disfrutando mucho de sus grandes tetas y comenzó a frotarlas en mi pene y no pude resistirme y terminé corriéndome y untando sus tetas con semen. Y así fue como acabamos teniendo sexo con cariño y disfrutamos intensamente de este puteo perfecto. Esto pasó hace unos días y os confieso que voy a faltar al trabajo la semana que viene para poder volver a follarme a mi suegra.
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