Disfrutando en la cara de la marca después del sexo

Te contaré cómo acabé disfrutando de la cara de niña traviesa. Me llamo Murilo y hay un supermercado cerca de mi casa donde suelo hacer la compra allí. Y mi mujer dijo que se había acabado el arroz y la carne y fui al supermercado a comprar. Como volvía del trabajo ya había pasado por allí antes, dejé el coche en el aparcamiento y me fui de compras. Y esta joven estaba en el supermercado, trabajaba en la caja y era realmente una joven muy hermosa que llamaba la atención de todos los hombres que estaban allí.

Y como tengo dinero y soy adicta a las tías buenas no pude resistirme. Y estaba hablando con la joven y diciendo lo hermosa que era. Y también le dije que podía ganar más dinero, sólo hay que querer. Y le dije que si se iba podría llevarla a casa. Me dijo que en 10 minutos se iría, y decidí esperar y fui a mi coche en el aparcamiento. Unos minutos más tarde llegó la joven, muy sonriente. Ella sabía lo que había hablado con ella, prácticamente le dije que por dinero a cambio de sexo tendría lo que quisiera.

Y fui al grano y cuando la joven se me acercó le dije que quería pagar mucho por tener sexo con ella. La safadinha aceptó porque era muy pobre, se subió al coche y yo también. Y en el asiento trasero iba a comenzar el sacanagem, pero antes ya le preguntaron a la joven por el dinero. Abrí la cartera, le di unos dólares a la joven y ya estaba sacando mi pene. Se quitó la blusa del uniforme y me mostró sus deliciosos pechos y eso hizo que mi polla se pusiera aún más dura. Y estaba esperando un buen sexo oral.

Follando en el aparcamiento del supermercado

Y os contaré con detalle cómo acabé disfrutando de la cara de niña traviesa. Ella me mostró sus hermosos pechos y yo le mostré mi enorme y sabrosa polla. Y le pedí al travieso que me hiciera un sexo oral muy sabroso y prolijo. Me miró con cara de picardía, me dio un beso en la boca y empezó a chuparme la polla. Me quedé mirándola admirando cómo me chupaba la polla sin adornos. Y le pedí que se quitara toda la ropa y estuviera totalmente desnuda para mí. Y ella me obedeció ya que ganaba un buen dinero por ello.

Y además de enseñarme los pechos, se quitó los pantalones y me enseñó su precioso culo redondo y su coñito caliente recién afeitado. Fue suave y tuve que chupar su coño. Se retorcía en el asiento trasero y me llamaba viejo cabrón. Y yo chupaba y besaba el coño de la joven puta. Entonces empecé a meterle el pene y ella empezó a gemir fuerte y muy sabroso dentro del coche. Y pidiendo más, llamándome travieso y penetrando su caliente coño aún más agresivamente.

Para que valiera la pena el dinero que me gasté, la traviesa se sentaba sobre mi polla y me besaba la boca. Fue realmente muy sabroso, besé a la traviesa y la llamé puta mientras la joven estaba sentada y sabrosa. Y para que este sexo caliente fuera aún mejor, ella se bajó, se tumbó en el banco y yo acabé corriéndome en la cara de la joven y le dejé la cara toda sucia de semen. Ella limpió y se fue, y yo volví a casa como si nada hubiera pasado.