Abriendo el culo de la nueva perra

Abriendo el culo de la nueva perra en el centro comercial aquí en Cancún. Soy jefe de seguridad en el centro comercial más popular de la ciudad y es complicado tener que monitorear todo este espacio todos los días. Pero estoy muy bien recompensado porque gano muy bien por ello. Pero he estado trabajando mucho últimamente y confieso que me canso mucho porque el trabajo aquí es mucho, tengo un cuarto que se llama Centro de Control, me quedo aquí solo monitoreando todo mientras los demás guardias de seguridad están por todo el centro comercial tomando cuidado de todo. Y recientemente sucedió algo que cambió mi rutina.

Una mujer joven fue sorprendida robando una tienda y la seguridad la trajo a mi oficina. Era una joven delgadita, pero con un culo bastante grande y unos pechos duros. Confieso que me emocioné mucho al ver a esta jovencita en shorts muy cortos en mi sala. Y ella vino a mí disculpándose y rogándome que no tuviera que llamar a la policía por ella. Pero era mi deber ya que ella había robado una tienda. Y de repente esta joven empezó a sacarse las tetas y ya se me puso dura la verga al mismo tiempo porque solo pensaba en ella desnuda.

La perra flaca me mostró sus tetas duras y dijo que podrían ser mías si no llamaba a la policía por ella. Y como ya estaba muy emocionada fui directo a la puerta de mi habitación y la cerré con llave. Y no podía pensar en nada más y me dirigí hacia la chica nueva donde ella vino hacia mí y comenzó a besarme en la boca. Hacía tiempo que no besaba a una mujer porque siempre estaba trabajando y por eso mi mujer me dejó. Y me emocioné mucho besando a esta joven flaca que quería sexo para poder irse sin que yo llamara a la policía por ella.

Teniendo sexo con una chica flaca en el centro comercial

Mientras ella me besaba, yo sacaba mi pene y lo acariciaba mientras mis manos estaban en las tetas de la traviesa. Me emocioné mucho porque eran unos pechos muy duros y sabrosos, incluso les di una buena mamada y luego le quité los shorts a la jovencita que solo vestía unas braguitas muy pequeñas. La tomé en mi regazo y la puse en mi mesa donde nos estábamos besando y ella tomando mi polla y masturbándose. Estaba loco por eso y quería penetrar su coño.

Pero antes la traviesa me hizo un oral muy sabroso con su boquita carnosa. Y luego se quitó las bragas y me dijo que le penetrara el coño, pero como yo tenía el poder en mis manos, dije que quería un muy buen sexo anal. Ella dijo que no de inmediato y fui a tomar el teléfono y llamar a la policía. Rápidamente cambió de opinión, se escupió en las manos y empezó a penetrarle el dedo en el culo y se puso a cuatro patas para que la follara. Y me volví loco de lujuria y comencé a meter mi polla dentro del culo de esta joven traviesa. Abriendo el culo de la joven excitándola mucho, la penetré cada vez más fuerte y comencé a lastimarla.

Y le dije que nunca más volviera a robar en el centro comercial porque la próxima vez iba a llamar a todos los guardias de seguridad para penetrar su culo caliente. Y la traviesa seguía siendo penetrada más y más fuerte en su ojete y yo le iba abriendo el culo a la chica nueva dejándola con el culo todo dolorido. Después de penetrar lo suficiente me vine sobre la traviesa y dejé su culo sucio con esperma. Luego se vistió y se alejó aun cojeando. Porque su culo estaba todo despellejado y abierto. Y quedé bastante satisfecho después de un intenso anal.