Cuñada traviesa sentada sin lujos

Mi nombre es Fernando, y les voy a contar una experiencia que tuve con mi cuñada traviesa. Mi hermano menor de 22 años tiene una novia de 20 años, una deliciosa pelirroja de grandes tetas y delicioso culo. Y como yo trabajo en un cartel y todos me respetan, esta pelirroja empezó a mirarme de una manera diferente cada día. Como mi hermano está bien, las mujeres prefieren a los matones y yo, por ser un ladrón legítimo, acabé dejando enamorada a esta pelirroja tetona. Y durante una cena que tuvimos aquí en casa, esta jovencita quiso sentarse en mi polla.

Y te cuento como me fui a follar a mi cuñada traviesa. Mi hermano es flojo con las bebidas, bebe poco y ya está loco. Tomo mucho tequila y no me emborracho muy fácilmente. Y vi que su novia pelirroja le estaba dando un trago para que se emborrachara más rápido. Y ese día solo éramos yo, mi hermano y mi cuñada, porque soy soltera y lo prefiero así, no quiero quedarme con una sola mujer. Y después de mucho beber mi hermano terminó por no tomarlo y se durmió sentado en la silla.

Mi cuñada dijo que iba al baño y cuando pasaba a mi lado me puso la mano en el pene. Y entendí que ese gesto era una invitación para que fuera tras ella. Y como mi hermano no se despertaba tan temprano porque estaba muy borracho fui tras mi cuñada caliente. Y la agarré del pelo y la llevé a mi habitación donde la follaría toda la noche. Llevaba un vestido muy corto que me provocó mucho. Ya se estaba poniendo a cuatro patas sobre la cama y levantándose el vestido para que yo viera sus braguitas de encaje negro remetidas en su trasero.

Pongo a la cuñada traviesa a sentarse en la verga

Esta traviesa estaba realmente muy caliente, y yo ya estaba dejando sus bragas a un lado y chupando su bonito y suave culo. Luego tuve que sacar mi pene y frotarlo en los grandes labios vaginales de mi deliciosa cuñada. Y este matón gemía sabroso y ya comencé la penetración en ese delicioso coño todo rosado. Mi cuñada pelirroja estaba buenísima, nunca me había follado a una pelirroja y estaba practicando un viejo fetiche que tenía. Este bandido entonces comenzó a sentir que mi pene entraba y gemía fuertemente, incluso tuve que subir el volumen del sonido.

Esta perra se quitó el vestido y me dejó lamer esas enormes tetas perfectas y luego bajó hasta llegar a mi polla. Ella lo abrazó con fuerza y ​​comencé a acariciarlo y chuparlo con su boquita de lápiz labial rojo que manchaba y ensuciaba mi polla. Me miró con su cara de puta y eso me emocionó aún más. Y tuve que pedirle a la perra que se sentara en mi polla. Y me hizo un pedido fuera de lo común y me terminó gustando mucho.

Mi cuñada traviesa estaba sentada caliente en mi polla y yo estaba penetrando su delicioso coño. Y me pidió que le metiera el cañón de mi arma por el culo para que la penetrara doblemente. Y eso fue lo que hice, le metí la polla en el coño y el cañón de mi pistola en el culo de la pelirroja dejándola mojada y doblemente penetrada. Y el travieso se revolcaba intensamente en mi polla y se vino muy sabroso. Y también me vine mucho dentro de su coño. Nos vestimos y volvimos afuera donde mi hermano cornudo aún dormía.