Te voy a contar cómo dejé que mi hijastro del pene grande y caliente consiguiera penetrar mi culo sin florituras. Me llamo Rosalía, tengo 45 años y estoy recién casada con el padre del pequeño Carlos. Una joven morena caliente llena de energía. Al principio mi matrimonio con su padre era estupendo, luego las cosas fueron empeorando.
Empezó a tener problemas para que su polla se endureciera durante más de 10 minutos. Y empecé a estar cada vez más insatisfecha con él en la cama. Hasta que un día no pude aguantar porque no pudo penetrarme ni 5 minutos. Y acabé metiéndome en la ducha y masturbándome intensamente con un cepillo de pelo y me corrí muy fuerte.
Y al día siguiente decidí que no dejaría que esa situación se repitiera. Y el hijo de mi marido es un joven de 18 años, muy caliente y travieso. Y ya me miraba varias y varias veces porque tengo un culo muy grande y caliente. Y el safadinho estaba muy emocionado cuando andaba con pantalones cortos por toda la casa.
Y este travieso no pudo soportar el hecho de mirarme y se acercó. Y empezó a besarme la boca y me apretaba el culo y me llamaba traviesa. Y le dejé hacer esto y me estaba quitando los calzoncillos y no pude resistirme. Le saqué la polla y empecé a chuparla muy sabrosamente dejando a la joven morena muy excitada hasta el punto de gritar de lujuria.
Y yo le besaba el pene y luego le decía que se sentaría muy a gusto. Y empecé a sentirme intensamente en la gran y gruesa polla que tiene. Y el granuja me abofeteaba la cara y me besaba la boca mientras yo me revolcaba sobre su polla. Me llamó puta y me penetró aún más fuerte en mi gran y carnoso coño.
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