Te cuento como pasé la mayor parte de la mañana follándome a una mujer casada cachonda a la que su marido no la estaba follando bien y tuvo que follarme a mí en medio de la hierba. Mi nombre es Pedro, trabajo como jardinero para familias ricas a las que les gusta tener esos hermosos jardines y hace casi un mes fui a la casa de una familia que ya son clientes fieles.
El doctor Gustavo, un médico muy rico aquí de Cancún y tiene una esposa hermosa, Patricia una morena deliciosa con hermosos senos y un hermoso trasero enorme. Y ese día sucedió algo inesperado, estaba cuidando el jardín como siempre y la mujer casada cachonda entró vestida solo con bragas y sostén.
Ya no entendía nada con la polla empezando a ponerse dura me sorprendió con un beso muy sabroso. Pero a la vez me voy porque ella está casada y su esposo podría llegar en cualquier momento. Me dijo que él había viajado y que ya no aguantaba más estar sin sexo. También me dijo que su esposo solo piensa en trabajo y trabajo y termina dejándola sin sexo y muy necesitada. Llevaba casi 10 días sin tener sexo y necesitaba aliviar el estrés porque casi se subía por las paredes de tanta lujuria.
Y le resolví el problema, como el cornudo viajaba no le iba a negar un buen sexo con esa zorra. Le sugerí que fuéramos a su habitación oa la sala, pero ella dijo que la casa estaba llena de cámaras y que no podía arriesgarse a que la sorprendieran engañando a su marido. Así que teníamos que tener sexo ahí mismo en el jardín. Pero al menos trajo una toalla para que no estuviéramos en contacto directo con el pasto para evitar picores después.
Me quité el traje de cortar el césped y me quedé desnudo en el patio trasero de la casa de la zorra. Se quitó las bragas y el sujetador y mi polla se puso aún más dura al ver esas hermosas tetas enormes y su culo perfecto. La traviesa se me acercó y ya estaba acariciando mi pene y arrodillándose para caer sobre su boca.
Y estaba teniendo muy buen sexo oral, ella estaba tan emocionada que tomó mi pene y lo apretó entre sus grandes tetas mientras al mismo tiempo chupaba mucho. En ese momento tuve que mirar hacia arriba y pensar en cosas tristes, de lo contrario vendría enseguida y todo esto fueron solo 5 minutos. Él no podía hacer eso y ser peor que el marido indefenso que ella tiene.
La traviesa se acostó en la toalla y me llamó para follar rico. Y comencé a chuparle las tetas, a besar su boca ya penetrar mi pene en su coñito húmedo y caliente. Ella realmente era una mujer casada cachonda y necesitaba recibir una polla dura y larga en su coño caliente. Y fui penetrando agresivamente mientras pasaba mi mano y apretaba los enormes pechos de la zorra. Ella estaba gritando de placer y de repente estaba encima de mí y comenzó a sentarse muy bien en mi polla.
Y esta cachonda morena casada estaba rodando sobre mi pene y llamándome bastardo. Tiró de mi cabello mientras se sentaba con fuerza sobre mi polla. Le estaba abofeteando la cara y le metía el dedo en el culo a la traviesa haciéndola aún más excitada. Esta morena también quería acostarse con el culo en alto y me pidió que le enterrara el pene dentro de su coño. Y la polla entraba con fuerza y así esta zorra disfrutaba intensamente. Miré la toalla y estaba toda mojada después del orgasmo de la morena. Y para hacerme venir, volvió a apretar sus grandes tetas en mi polla y me corrí en su cara traviesa.
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