Joven se folla a un policía para evitar ser detenida

Joven se folla a un policía para evitar ser detenida. ¿Qué te atreverías a hacer para no ir a la cárcel? Terminé teniendo que follarme a un policía corrupto porque había hecho algo malo y podía ser arrestado. Así que tuve que dar lo mejor que tengo, mi coño caliente y el sexo intenso que sé hacer. Si fueras a ser arrestado, ¿te atreverías a hacer esto? Mi nombre es Alejandra, tengo 19 años y terminé follándome a un hombre fuerte y travieso.

Vivo en el área de Jalisco y me gusta pasar el rato con algunos narcotraficantes en mi barrio. Me follan bien y siempre me dan dinero y algo de marihuana. Me gusta mucho, y un día estaba fumando un cigarro, salía de la casa de un amigo y me paró un policía. Lo sostuve con fuerza en mis manos y traté de tirarlo al suelo, pero él lo vio, tomó el cigarrillo, lo olió y vio lo que había dentro. Al mismo tiempo me metió en el coche y dijo que me llevaría a la comisaría y aún así les contaría todo a mis padres.

No puedo revelar el nombre de este policía, pero vive cerca de casa y conoce a mis padres. Me puse completamente nerviosa y le pedí que por favor me dejara ir. Prometí nunca volver a meterme con cosas equivocadas y aún así nada ayudó. Lloré y me tiró del pelo y me dijo que me callara, y cuando ya estábamos cerca de llegar a la comisaría le puse las manos en el pene y le dije que le podía dar muy buen sexo. El bastardo detuvo el auto al mismo tiempo y dijo que aceptaba este trato.

Joven se folla a un policía para evitar ser detenida

Me miró cachondo y dijo que por un sexo muy sabroso me dejaría ir. Acepté y me llevó a su casa, dijo que su esposa estaba en el trabajo y que los niños estaban en la escuela. Llegamos a su casa y ya se estaba quitando el uniforme y pidiéndome que me quitara la ropa. Dije que ya no lo quería, así que estaba usando el uniforme y dijo que le contaría todo a mis padres, en ese momento lo tiré en el sofá y comencé a quitarme la ropa.

Dejé al bastardo extremadamente emocionado y froté mis senos en su rostro. Luego me escupo en la mano y me paso por el coño, me senté en el sofá con las piernas abiertas y le dije que se acercara. El bastardo comenzó a chuparme el coño y fue penetrando su polla gruesa y grande dentro de ella. Me dolía porque me estaba penetrando con fuerza y ​​yo no quería que fuera así. Pero él era mucho más fuerte, me ahogaba el cuello mientras penetraba mi coño.

Entonces el bastardo me puso a cuatro patas, me esposó las manos y me empezó a pegar muy fuerte en el culo. Penetró mi coño con todas sus fuerzas y me llamó drogadicto travieso. Se corrió intensamente en mi coño y se quitó el pene, untando mi culo con leche fresca. Luego me llevó al baño, donde me aseé y tuve que chuparle la polla hasta que se corrió en mi boca. Después de ese día nunca más fumé marihuana porque me dolía el coño por eso.