Le chupé el pene al cura a cambio de dinero

Le chupé el pene al sacerdote a cambio de dinero y fue muy lindo. Esta es realmente una historia muy diferente, y definitivamente te gustará mucho. Hasta parece de película, pero pasa de verdad y mucho. Como en toda institución, no todos los sacerdotes son amables y respetan todas las costumbres de la religión. Muchos de ellos tampoco son agradables en absoluto, como el Sr. Gonzales, a quien le voy a contar la historia de lo que hicimos.

Mi nombre es Ranira, tengo 21 años y trabajo como prostituta, confieso que no busqué muchos trabajos cuando mi madre me dijo que me buscara. Como soy guapa y muy caliente decidí hacer algo fácil y que cueste mucho dinero. Así que decidí prostituirme, pero no con todo el mundo, sólo con las ricas y casadas que tienen tanto que perder como yo si las descubren. Entonces, debido a que son más reservados y mantienen el secreto, decidí que mis clientes serían solo ellos.

Y comencé a ganar buen dinero, le dije a mi madre que estaba trabajando como blogger de moda haciendo videos para YouTube. Y terminó creyendo, y así viví, de día iba a la escuela y de noche decía que iba a casa de mis amigos a grabar videos. Pero en realidad iba a tener sexo caliente con otros hombres por dinero. Otra cosa que debes saber, soy muy religioso como me enseñaron mis padres.

Por eso voy a la iglesia todos los domingos y una vez al mes me confieso. Y siempre voy a la iglesia del Sr. Gonzales, mis padres son sus amigos y confío mucho en él. Hace poco fui a confesarme y tenía que hablar de mi profesión, y ahí fue cuando terminé siendo sorprendido por este viejo cura travieso. Salió de la cabina y se sentó a mi lado. Me dio un cafune y dijo que me había convertido en mujer y que estaba orgulloso de que yo ganara mi propio dinero.

Y siguió hablando más, hasta que consiguió lo que quería, dijo que podía contarle a mi mamá ya mi papá todo lo que dijera. Pero que nos íbamos a ayudar, y que si le chupaba la polla se callaría y guardaría el secreto. Entonces se sacó el pene y terminé chupándolo, no había otra manera, seguí mirándolo y chupándole el pene que era bastante grande. Y el bastardo gimiendo y diciendo que yo era una joven muy hermosa.

Después de eso estuvo acariciando mi cabello y colocó una de sus manos sobre mis senos. Y seguí chupando intensamente su gran polla gruesa. Lo estaba excitando mucho y después de 5 minutos terminó corriéndose en mi boca. Y tuve que aguantarme para hacerlos felices y silenciosos. Después de ese día, una vez al mes tengo que ir allí y hacerle un buen sexo oral para que guarde mi secreto.