Me senté en la polla del guardia de seguridad para entrar a la discoteca porque tenía muchas ganas de disfrutar del show de una cantante pop que me gustaba mucho. Y les cuento como terminé haciendo esta locura de ver el programa de mi ídolo. Y haría cualquier cosa por entrar en este club. Mi nombre es Daniela y solo tengo 24 años. Como dije era sábado en la noche y en un antro aquí en Cancún iba a haber un show de un cantante pop del que soy muy fan, pero ese día no tenía dinero, pero tendría que encontrar un forma de entrar Así que me vestí bien, me veía muy bonita y sexy, usando un vestido muy corto y ceñido a mi cuerpo.
Al principio intentaba encontrar algún hombre soltero y ofrecer sexo al final de la noche si pagaba mi entrada, pero luego recordé que había algo mucho más fácil. Que sería tener sexo con el guardia de seguridad para que me dejara entrar, diría que luego lo encontraría para tener sexo, pero me iría sin que él lo supiera. Pero la seguridad que encontré fue más inteligente y dijo que me dejaría entrar pero que primero teníamos que tener sexo. Pensé, volví a pensar y vi que no tenía otra opción, tendría que tener sexo con este bastardo de seguridad, y como tenía muchas ganas de entrar al club tuve que aceptar la propuesta del cabrón.
Me llevó adentro del club y ya estaba feliz y dijo que íbamos al baño. Y en ese momento escuché la voz de mi cantante favorito, y me emocioné mucho, el guardia de seguridad lo vio y dijo que si tenía sexo anal muy bonito con él, el cabrón me llevaría a conocer a mi ídolo. Yo le creí y fuimos al baño, cuando llegamos se sentó en el retrete y se sacó la pija, y vi que sería muy difícil. El portero era un negro muy fuerte que tenía como veinte centímetros de pene y me iba a dejar abierta de par en par.
Levanté mi vestido y comencé a menear mi enorme trasero a este bastardo negro, luego me arrodillé y comencé a chupar su gran polla. Estaba usando la estrategia de chuparle la polla muy bien para que pudiera correrse rápidamente y ni siquiera tenía que sentarme en su polla. Estaba chupando intensamente, sosteniendo la enorme polla del cabrón con ambas manos y tragándola deliciosamente, excitándolo cada vez más. Pero entonces el bastardo me pidió que me sentara en su polla y tuve que dejar que esa enorme polla me penetrara. Me senté en la polla del gorila para entrar al club.
Y me puse a escupir en el culo para que estuviera bien lubricado. Y comencé a sentarme muy lentamente, me agarró el culo, me llamó puta mientras hacía desaparecer su enorme polla con mi culo mágico. Y me senté en la polla del gorila para entrar al club. El bastardo me dio una palmada en el culo y me estaba pidiendo que me sentara más rápido y me senté y rápidamente se corrió en mi culo dejándolo todo sucio. Me limpié y él aún cumplió su promesa de llevarme a conocer a mi ídolo y fue el mejor día de mi vida. Pero me dolió el culo durante todo el espectáculo.
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