Mi hermano se fue a bañar y yo hice el anal con su mujer

Ya os contaré el día que mi hermano se fue a bañar y yo me hice el anal con su deliciosa mujer. Una hermosa mujer dueña de unos hermosos y grandes pechos que me vuelven loco de lujuria. Y siempre quise tener sexo con esta safadinha, pero mi hermano siempre se interpuso. Porque ella es realmente traviesa y ya lo traicionó con varias personas antes.

Pero como mi hermano es un cornudo manso le deja hacer a estas putas escondidas. Y tenía que aprovechar también porque realmente quería tener un sexo muy sabroso con esta chica traviesa. Y me dejó muy excitado porque terminamos teniendo sexo intensamente. Y me dio esta manera safadinha, mi hermano fue a la ducha y como él toma mucho tiempo decidí atacar.

Fui a su habitación y su mujer estaba tumbada sólo en bragas y sujetador. Dice que le gusta estar más cómoda así en los días de calor. Y no pude soportarlo ya me saqué la polla y dije que quería una guarrada con ella. La safada se reía y ya tomó mi verga y comenzó a chuparla muy sabrosamente dejándome muy excitado, fue un hermoso sexo oral.

Tener sexo con la cuñada tetona

Y sacó los grandes pechos y sabrosos y comenzó a frotarlos en mi polla dejándome muy excitado. Estas pechugas son realmente muy sabrosas y muy grandes. Y terminé excitándome demasiado con este intenso suceso de zorra. Entonces la safadinha se pone a cuatro patas, se pone las bragas a un lado y me pide que le penetre el coño caliente.

Y necesito ser rápido para no tener el riesgo de que mi hermano nos pille en el acto. Y yo estaba penetrando el coño de travieso y era realmente muy sabroso. Ella gimió suavemente y yo estaba penetrando este coño perfecto dejando a la traviesa cachonda. Y hasta le metí el dedo en el culo para que la safadinha quedara aún más satisfecha en este sexo rápido.

Y de repente oye cómo se apaga la ducha y me pide que venga rápido. Y me penetré aún más fuerte y rápidamente me corrí en el coño de la traviesa y ya cogí mi polla y corrí a mi habitación. Y se limpió y se tumbó en la cama y fingió que dormía para no tener el riesgo de que su cornudo marido quisiera tener sexo con ella. Porque la traviesa ya estaba con el coño ardiendo.