Mi hermano y yo tuvimos sexo salvaje con la criada. Mi nombre es Ricardo y mi hermano Matias, tengo 25 años y el solo 18. Vivimos solos en Tijuana en una casa que es de nuestros padres. Viven en un pequeño pueblo cercano, pero son viejos y no les gusta la gran ciudad. Así que mi hermano y yo vivimos aquí, cada uno tenemos nuestros trabajos y Matías todavía está estudiando, casi ya se está graduando.
Como siempre estamos apurados por la rutina laboral, contamos con la ayuda de María Guadalupe, una mujer de 35 años que trabaja como empleada doméstica. Ella siempre limpia la casa del vecino y nos la recomendó, entonces María viene aquí dos veces por semana para cuidar la casa y lavarnos la ropa. Y me gusta mucho, su servicio es excelente y es una mujer muy agradable, y un día mi hermano y yo terminamos bebiendo mucho y nos acostamos con ella.
María suele venir los lunes y viernes, pero el viernes pasado no vino porque su hijo estaba enfermo y tuvo que llevarlo al médico. Pero vendría al día siguiente, que fue el sábado pasado. Y mi hermano y yo no trabajamos los sábados, y nos gusta tomar tequila, llamamos a unas mujeres aquí y tenemos mucho sexo y lo disfrutamos, después de todo, los fines de semana hay que descansar y disfrutar de la vida, no es solo trabajar y trabajar. Ese día no llamamos a ninguna puta porque sabíamos que María vendría a limpiar la casa.
Y tomamos tequila y más tragos de tequila y en un momento llamé a María para que bebiera con nosotros. Ella accedió a tomar unos tragos de tequila y yo me emocioné cada vez más y me emocioné más por ella. De repente no pude resistirme, ella estaba lavando los platos, llegué detrás y la agarré y sentí su gran trasero. Ella me dijo que parara y le pregunté si aceptaría 300 dólares, le pagaríamos a las prostitutas, pero ¿podríamos pagarle por pasar un rato divertido conmigo y con mi hermano?
Para nuestro deleite María aceptó, necesitaba dinero y dijo que lo haría, pero que sería rápido. Fuimos a la sala y ella comenzó a quitarse el vestido dejándonos a mí ya mi hermano muy emocionados. Luego se acercó y comenzó a chuparnos el pene, y fue muy agradable, nunca pensé que María fuera tan traviesa así. Y después de un sexo oral, primero se sentó en mi pene. Le preguntamos si le gustaba que la penetraran dos a la vez y dijo que no. Pero incluso antes de que ella respondiera, mi hermano se acercó por detrás y comenzó a penetrar el culo de María.
Ella le dijo que parara, pero mi hermano estaba borracho y muy travieso y siguió penetrando el culo de María. Y yo estaba penetrando su coño, ella estaba tratando de salir y pidiéndonos que paráramos porque eso no era lo acordado. Pero no pudimos, estaba demasiado sabroso, Matias agarró muy fuerte los brazos de María y siguió penetrando su culo con fuerza y yo penetrando su coño. Y así terminamos teniendo orgasmos intensos, luego María salió furiosa, abofeteó a mi hermano en la cara, tomó el dinero y se fue. Y después de eso ya no quiso trabajar aquí en casa.
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