Mi novia y yo tuvimos sexo con su maestra. Mi novia tiene un profesor muy rico, le da clases aquí en la universidad de nuestra ciudad. Somos de la Ciudad de México y este profesor suyo tenía muchas ganas de tener sexo con ella. Y ofrecí mil dólares para poder pasar una noche con mi novia. Su nombre es Gabriela, tiene 23 años y es realmente una mujer hermosa. Muy hermosa rubia y estoy enamorado de ella y creo que su maestra también se enamoró de la belleza e inteligencia de Gabriela.
Era mucho dinero, somos jóvenes y queremos ahorrar dinero para poder tener nuestra propia casa y mudarnos de la casa de nuestros padres. Así que lo tomé, le dije que podía tener sexo con él pero que tendría que estar cerca para verlo todo. Porque yo no confiaba en su profesora, entonces el otro día habló con él y el cabrón aceptó la condición de que yo estuviera allí para verlo todo. Nunca había hecho eso antes, y no me consideraba un cornudo por dejar que otro hombre se follara a mi novia.
E iba a pagar un precio muy caro, ni siquiera las prostitutas de lujo aquí cobran ese precio por sexo. Luego llegó el día, era sábado y me dio la dirección de su casa, era una casa muy grande y bonita. Llegamos un poco nerviosos y al entrar había un salón muy lujoso con sofás enormes y alfombras mullidas. Nos sirvió vino caro y charlamos, luego nos dijo a mi novia y a mí que empezáramos que nos iba a ver tener sexo un rato.
Me bebí toda la copa de vino y comencé a besar a mi novia, le quité la ropa y me quité la mía. Entonces empezó a hacerme un sexo oral muy sabroso y su profesora miraba y se masturbaba muy excitada viendo nuestro sexo. Luego se levantó y tomó mi pene y dijo que era muy grande y hermoso, luego le dijo a Gabriela que le chupara el pene y ella le estaba haciendo un sexo oral intenso a su profesor excitándolo mucho.
Poco después se sentó en la cama y Gabriela comenzó a rodar sobre su pene. Me levante en el sofá y puse mi pene en la boca de mi novia, mientras la profesora penetraba su coño Gabriela me hizo mas sexo oral. Luego ella se puso a cuatro patas chupándome el pene mientras el profesor la tomaba por detrás, le daba una fuerte palmada en el culo y le penetraba el coño con fuerza. Y lo confieso, esta experiencia fue muy placentera, y Gabriela lo estaba disfrutando y quería ser doblemente penetrada.
Entonces ella se sentó en mi regazo y yo estaba penetrando su coño, la profesora vino por detrás y comenzó a penetrar el culo de mi novia. Ella gemía muy sabroso como una prostituta y él le daba fuertes palmadas en el culo y le tiraba del pelo. Y al final se corrió en su culo y yo me corrí en su coño. Luego tomamos más vino, fuimos a la piscina y volvimos a tener sexo allí, y fue muy agradable. Ahora siempre que nos llama vamos a su enorme casa a tener mucho sexo.
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