Te voy a contar cómo pillé a una mujer masturbándose hasta correrse en el baño de la empresa donde trabajo. Mi nombre es Pablo y trabajo como conserje para una empresa de tecnología muy grande aquí en Cancún. Una de mis misiones es limpiar los baños y mi jefe tiene un baño especial que está dentro de su oficina. Y como siempre hago ya al final de su jornada laboral voy limpiando su habitación. Pero ese día entré en la habitación sin llamar y pensé que mi jefe ya se había ido.
Pero me equivoqué, oí gemidos procedentes del baño de al lado y decidí comprobar qué pasaba. Y cuando miré a través de la cerradura de la puerta era mi delicioso jefe desnudo masturbándose con una gran y gruesa polla de goma. Puso esta polla de goma encima del asiento del váter y empezó a sentarse sobre ella y yo tuve que admirar esta escena y aún así decidí sacar mi polla para masturbarme también. Porque ella estaba a punto de correrse y yo también quería sentir placer.
Y siempre he estado loco por ella, siempre he pensado que mi jefa estaba muy buena y era muy guapa. Pero nunca me hizo caso, después de todo soy el conserje de la empresa. Y yo estaba viendo a esta chica traviesa continuar con la putería. Hacía sabrosas caricias en sus redondos pechos y también hablaba sucio en voz muy baja y seguía sentada sobre su juguete erótico. Se sentó con deseo y cada vez más rápido e hizo que la enorme polla de goma desapareciera por completo dentro de su coño caliente y húmedo.
Y como os decía he visto a la mujer masturbándose para disfrutar y voy a entrar hasta en los más mínimos detalles de todo ello. Me acariciaba la polla y veía a mi deliciosa ama toda traviesa jugando con su polla de goma, era muy grande y gruesa, rosada y llena de venas. Era una réplica real, parecía de verdad y ella estaba muy contenta con ella y eso me puso muy cachondo. Me dieron ganas de ir allí y prestarle mi gran y gruesa polla para jugar y hacer lo que ella quisiera.
Y mientras me masturbaba mirando todo desde la cerradura de la puerta. La traviesa estaba sentada muy a gusto y su coño ya se estaba poniendo muy rojo. Y para colmo quería jugar con su culo caliente y se bajó del palo sacándolo de su coño y empezó a metérselo en el culo. Pero muy lentamente, primero pasó un aceite en este culo caliente y fue empujando su juguete sexual dentro del ano caliente y apretado. Ella gemía suavemente para que nadie la oyera sintiendo ese intenso placer, sólo yo veía todo eso y ya estaba a punto de correrme.
La mujer que se masturbaba hasta correrse me ponía muy cachondo. Dejó que la polla de goma entrara completamente en su ano y para mojarse aún más empezó a acariciar sus pechos. Tenía unos pechos muy bonitos y no paraba de acariciarlos y agarrarlos. También apretó su gran culo mientras estaba sentada en su juguete especial. Y una hora terminó corriéndose intensamente y se retorcía con el juguetito dentro del culo. También me ensucié las bragas y los pantalones y tuve que correr al otro baño que usaban los demás empleados.
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