Penetré el culo de una japonesa de 18 años

Penetré el culo de una jovencita japonesa de 18 años y me corrí demasiado caliente. Esta historia es sobre una hermosa mujer japonesa que vino a la misma universidad donde yo estudio. Su nombre es Mioko, tiene 18 años y vino a la Ciudad de México por un mes y luego a California por otro mes. Y ella está viviendo aquí en casa, mi hermana la conoció en Internet y nuestros padres la dejaron quedarse aquí. Mioko está estudiando ingeniería en Japón, y como mi hermana también estudia ingeniería, están en el mismo curso.

Ella puede hablar inglés y español con fluidez, es realmente muy inteligente. Además, ella es muy hermosa y comencé a excitarme mucho con ella. La mayor parte del día se queda con mi hermana. Pero cuando está aquí en casa, siempre terminamos hablando. Y un día terminé cogiendo coraje y viendo a Mioko ducharse, estaba mirando por el ojo de la cerradura de la puerta. Y vi esta maravilla, la hermosa mujer japonesa completamente desnuda, y su cuerpo estaba realmente caliente.

Habiendo hecho eso me emocioné mucho y un día decidí intentar follármela. Así que tenía que hacer algo para que eso sucediera. Y tomé el celular de Mioko que estaba en su habitación cuando fue a ducharse. Lo escondí en mi bolsillo, y luego mis padres se fueron a trabajar, pero todavía estaba mi hermana. Y sabía que tenía un examen importante ese día, todos estaban ayudando a Mioko a encontrar su teléfono celular. Mi hermana no pudo mirar más y tuvo que ir a la universidad, así que finalmente me quedé solo con Mioko.

Penetré el culo de una japonesa de 18 años

Fui a mi habitación y me quité la ropa, mi pene estaba duro y le grité a Mioko, le dije que había encontrado su celular. Y cuando entró a mi cuarto me vio sin ropa, con el pene duro con su celular en la mano. La joven quedó asombrada, me levanté y le entregué el celular y le dije que tenía muchas ganas de que pasara la mañana conmigo en la cama. Me abofeteó, dijo que era un pervertido, pero me dio un beso y me sostuvo el pene diciendo que era realmente grande y caliente.

Se acostó en mi cama y fui con ella y comenzamos a intercambiar besos calientes. Me emocioné mucho besando a esta joven japonesa, ella estaba muy feliz y comenzó a chuparme el pene excitándome intensamente. Luego de ese sabroso sexo oral la traviesa se fue quitando la ropa y pude tomar sus hermosos pechos y su perfecto coñito. Se sentó en mi pene y comenzó a balancearse diciendo un montón de palabras japonesas. No entendía nada y estaba penetrando su coño con fuerza.

La joven japonesa gritó mucho y dijo que México era el mejor lugar del mundo. La puse a cuatro patas y le estaba tirando del pelo mientras penetraba muy fuerte su coño caliente. Ella gimió intensamente llamándome travieso y hablando en su idioma japonés que no entendí en absoluto. Y así terminé corriéndome en el coño de la japonesa y ella también tuvo un buen orgasmo. Después de un intenso sexo nos fuimos a la universidad y los siguientes días estuvieron llenos de sexo de madrugada con esta japonesa traviesa.