Recogiendo a la vieja solterona

¿Has tenido alguna vez una criada caliente? Porque yo lo hice cuando tenía 18 años y acabé recogiendo a la criada a mano en mi casa. Mis padres ya eran mayores y necesitaban a alguien que les ayudara a limpiar la casa. Así que llamaron a la hija del vecino, Juliana, una joven de 20 años que estaba muy buena, no era muy guapa, pero tenía un culo perfecto. No era muy bonita, pero tenía un culo perfecto, grande y caliente, y tenía la reputación de ser un poco demasiado traviesa. Y aprovecharía esta oportunidad, después de casi una semana con esta traviesa trabajando en casa quería entrar en acción.

Y un día, cuando mis padres estaban fuera, decidí actuar. Juliana estaba lavando los platos y yo me acerqué por detrás, agarrándola y frotando mi enorme y gruesa polla contra su caliente culo. A la safadinha le gustó lo que estaba sucediendo, se levantó el vestido y me mostró ese gran culo perfecto. En ese momento flipé, saqué mi polla y la restregué aún más por el culo de esta traviesa y ella se revolvió lentamente dejándome loco.

Y tuve que meter mi gran y gruesa polla dentro del coño de esta chica traviesa. Dio un grito en el momento en que mi gruesa polla entró en su carnoso coño. Y yo estaba penetrando muy sabroso y ella seguía lavando los platos. Pero en un momento dado no pudo más, dejó caer los platos y se agarró con fuerza al borde del fregadero. Y como estaba muy excitado, quería penetrarla muy fuerte, volviéndola loca de lujuria. Y la safadinha estaba tomando la polla en el coño de acuerdo y yo estaba abriendo todo y era demasiado sabroso.

Desollando el coño de la criada

Y esta safadinha gemía sabroso mientras mi polla entraba con facilidad en su coño carnoso delicioso. Se agarró con fuerza al borde del fregadero y estuvo gritando en la cocina haciendo el mayor escándalo. Tuve que pedirle que se controlara un poco o los vecinos podrían hablar con mi padre. Y no quería ningún problema por mi parte, así que le pedí que se callara y se mantuviera en silencio. Y seguí recogiendo a la doncella traviesa y ella se contenía como podía para no gemir fuerte, pero no aguantó, pasaron 5 minutos y volvió a gritar.

Pero como realmente quería un sexo caliente con esta zorra de gran culo la dejé seguir gritando como una loca. Y yo le daba muy fuerte en el culo y realmente le daba razones para estar gritando. Y la safadinha recibía golpes de pistola con fuerza y muy sabrosos en su coño de deleite. Y mi pene ya se estaba magullando tanto que me ponía fuerte en esta travesura. Porque era realmente muy sabrosa y era muy difícil controlar la lujuria.

Le estaba despellejando el coño a la traviesa y a ella le parecía genial. Saqué mi pene de su coño y le pedí a la traviesa que se acercara a la mesa, ella estaba apoyada en la mesa con su culo caliente agachado, y yo seguí penetrando un poco más el coño de esta traviesa. Y ella gritando todo el tiempo. Pero yo tenía muchas ganas de que me tocara la doncella y después de penetrarla muy fuerte y agresivamente me corrí y me temblaron las piernas. Entonces saqué mi polla y le pedí que continuara el servicio. Fue muy sabroso, pero no quise volver a follarla porque era muy escandalosa y gritaba mucho casi dejándome sordo.