Mi nombre es Joaquim, tengo 42 años y gano dinero como agricultor y ganadero aquí en México está ganando dinero porque la fruta que vendo se exporta a todo el mundo y a la gente le gusta mucho para relajarse. Y compré un bote nuevo y llevé a la hija nueva de mi mejor amigo a dar un paseo y terminamos teniendo el sexo perfecto en alta mar. Y disfruté mucho en esta deliciosa jovencita llamada Ana, soy su padrino en su bautizo y la consideré mi hija, hasta que cumplió 19 años y se convirtió en una jovencita muy ardiente y hermosa.
Luego dejé de tratarla como a una hija y comencé a tratarla como a una prostituta. Antes daba regalos de niño, ahora doy joyas caras, motos, ropa de lujo porque tengo mucho dinero y quería tener a esta deliciosa joven encima de mi pene. Y para asustarla aún más, compré un bote nuevo y la llamé para dar un paseo. Ella aceptó y terminamos teniendo un sexo perfecto porque esta joven era muy traviesa y sabía que teniendo sexo conmigo tendría todo lo que deseaba. Y compré este barco precisamente porque sabía que le gustaba mucho el mar.
Y yo quería hacer algo único en su vida y le proporcioné una muy buena aventura donde tuvimos sexo intenso en alta mar. Hasta que su padre me llamó todo preocupado y me pidió que la llevara de vuelta a casa. Pero fueron 30 minutos de mucho placer y delicioso sexo donde esta joven me hizo disfrutar mucho. Ya estoy viejo, pero con un poco de medicina para estimular termino aguantando mucho. Y mi joven ahijada se sorprendió cuando me folló en el barco. Me dijo que tenía mejor sexo que su novio que solo tiene 20 años.
Cuando la joven subió a mi bote sabía lo que iba a pasar allí. Cuando salimos de tierra apagué el bote, abrí un poco de champán y le serví una copa. Seguíamos mirándonos y no había forma de evitarlo, me acerqué a la joven y la besé en la boca. Y dijo que estaba agradecida por todos los regalos que le había dado y que era hora de recompensarme en consecuencia. Se quitó el bikini y vino hacia mí completamente desnuda e intercambiamos besos calientes. Tiré la copa de champán y nos fuimos al sofá a tener sexo y te confieso que fue un sexo perfecto en ese barco.
Ella con mucho cariño comenzó a sentarse lentamente en mi polla y yo estaba rodando y besándome. Sostuve la cintura delgada de esa joven y me excitaba más y más mientras ella se sentaba muy lentamente en mi pene. Después de eso ella se puso a cuatro patas, yo pasé por detrás y ella estaba admirando el mar mientras yo admiraba ese culo caliente y penetraba el coño de la hija de mi mejor amigo. Ella gritó intensamente porque no había nadie alrededor. Y yo la estaba llamando puta y abofeteándola y tirándole del pelo a la puta.
Entonces ella quería que le enseñara a volar el banco. Me senté y ella se sentó en mi regazo, y yo estaba follando a la niña traviesa mientras yo pisaba el acelerador y ella sostenía el timón y se movía muy bien en mi pene. Era el sexo perfecto en alta mar y estaba cumpliendo mi mayor deseo, tener sexo con la hija de mi mejor amigo. Que en este caso es mi ahijada y la vi crecer. Pero la cachonda también creció y tuve que penetrar el coño de esta jovencita perfecta que me hizo correrme mucho ese día con su delicioso coñito apretado.
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