Sólo tengo 18 años y por un móvil nuevo me acosté con mi tío

Sólo tengo 18 años y por un nuevo teléfono móvil me acosté con mi tío. Me llamo Deborah, soy una mujer joven que estaba cansada de tener siempre ese viejo teléfono, ya que mis padres no podían permitirse comprar uno nuevo. Y como no estaba trabajando en ese momento no pude comprar uno, pero me terminaron sorprendiendo con un nuevo Iphone. Mi tío, que se llama Mario, tiene 46 años y, como nunca se casó ni tuvo hijos, acabó ahorrando mucho dinero. Y en mi cumpleaños me llamó a su casa para darme un regalo.

Estaba ansioso, pero nunca pensé que me iba a regalar un móvil nuevo, y más aún un iPhone 12. Cuando llegué se tomó una copa de vino y me sirvió otra. Luego vino con la caja con el nuevo teléfono, casi me desmayo de tanta emoción, incluso lloré y le agradecí miles de veces. Y le dije que era el mejor tío del mundo y le di un gran abrazo y en ese momento empezó a ponerme la mano en el culo y me fui. No le dije nada pero ya no quería abrazarlo. Y de nuevo acabé sorprendido por este viejo verde.

Sacó del bolsillo un sobre con una tarjeta de crédito. Dijo que era otro regalo y me entregó la tarjeta. Dijo que siempre tendría dinero y que podía comprar lo que quisiera. También dijo que, como era su única sobrina, me cuidaría y me daría todo lo que necesitara. Pero también quería alguna señal de gratitud y me trataba como a una princesa si le hacía algunos favores. En ese momento ya me imaginaba lo que podía ser mientras se corría pasando su mano por mi culo. Pensé en negarme, dejar el móvil con la tarjeta y marcharme, pero desistí y acepté los regalos.

Recordé que cuando volviera a casa no tendría el lujo que me estaba prometiendo. Y el precio que cobraba era sólo por tener sexo con él de vez en cuando. Ni siquiera tenía que ser todos los días, al menos una vez a la semana quería que fuera a su casa a darle placer. Así que le dije que aceptaba y el bribón ya venía feliz besando mi boca. Confieso que me pareció desagradable y no me gustó besar su boca. Entonces me pidió que me arrodillara, se sacó la polla y empecé a chupar esa gran y gruesa polla, dejando al viejo cabrón muy excitado.

Le estaba chupando la polla y el granuja me tiró del pelo y empezó a llamarme sucia joven y a darme bofetadas en la cara. Le pedí que parara pero continuó, poco después me levantó y me puso en el sofá, estaba a cuatro patas y me levantó el vestido. Entonces el bribón apartó mis bragas y empezó a chuparme el culo y el coño. En ese momento todo cambió porque me estaba excitando mucho y el sexo con mi tío empezaba a ser sabroso. Después de chupármela, el bribón me pidió que me sentara sobre su polla. Obedecí y comencé a revolcarme sobre esa enorme polla, dejando al cabrón excitado.

No pudo resistir mucho tiempo y terminó corriéndose muy sabroso dentro de mi coño. Pero yo quería que me hiciera venir también, esperó 5 minutos, recuperó el aliento y se corrió de nuevo. En ese momento yo estaba ladinho y él volvía a meterme esa polla caliente en el coño y yo gemía y pedía más. Hasta que acabé disfrutando de ese incesto tan sabroso e intenso que hice con el cabrón.