Soy gay y dejo que el hijo de la criada me penetre el culo. Y tengo que decirte la verdad, fue el mejor sexo anal de mi vida y me vine muy bien. Una morena con un pene grande y grueso puso esta enorme polla dentro de mi culo y el placer fue muy intenso. Acabé corriéndome intensamente y varias veces con ese pene perfecto y caliente entrando sin parar. Mi nombre es Lucas, tengo 19 años y terminé practicando un delicioso sexo anal con el hijo de la criada. Como mis padres trabajan mucho como médicos, logran tener y darme una buena condición de vida.
Soy abiertamente gay y hasta tengo un novio guapo que se llama Felipe. La mayoría de los días viene a mi casa después de la universidad y pasamos toda la tarde juntos. Aquí en la tarde siempre estamos solos yo, la sirvienta Lucía y mi novio. Pero hace poco terminamos peleando y dejó de ir a mi casa. Y para completar a Mario, el hijo de Lucía empezó a venir a mi casa. Creo que esto fue porque quería tener esta vida de lujos que tenía mi novio porque estaba saliendo conmigo. Pero ese día ni lo pensé, porque tenía muchas ganas de tener buen sexo.
Almorzamos juntos y luego dijo que quería ver mi habitación. Lucía, su madre, ha estado trabajando aquí en casa durante 5 años y Mario no viene mucho aquí. Así no estamos tan cerca el uno del otro y después de que crecimos me volví muy guapo y él también. Entonces ese día terminé dejándolo entrar a mi habitación, encendí la tele y puse una película y nos acostamos en la cama viendo una película y platicando un poco. Y de repente sus manos estaban tocando las mías y me miró fijamente y terminó acercándose.
No me pude resistir, era un moreno muy atractivo y guapo y terminé besándolo en la boca. Me agarró por la cintura y besó mi boca excitándome por completo. En ese momento mi pene estaba muy duro y el de él también, el cabrón se levantó y cerró la puerta con llave. Regresó sacando su pene y mostrándome lo grande que era y comencé a chuparlo. Estaba mirando la cara del joven bastardo mientras chupaba su enorme pene sabroso. Y él agarrándome del pelo y llamándome cabrón mientras yo hacía un sexo oral de gran calidad dejando a este cabrón con mil cachondas.
Después de haber mamado la polla de ese bastardo, dije que quería sentarme en su polla. El chico travieso luego puso un poco de lubricante en su pene y comenzó a ponerlo dentro de mi culo. Yo estaba acostado con el culo hacia arriba y él estaba penetrando su enorme polla dentro de mi culo. Estaba completamente excitado por esta polla caliente perfecta que entraba sin adornos. Luego me acosté de lado y él penetró aún más fuerte, dejándome el culo dolorido. Le pedí que penetrara más despacio y fue más despacio y estaba demasiado sabroso.
Después de eso comencé a sentarme bien en el pene de ese bastardo. Me sujetaba el culo y me dejaba muy satisfecho, me golpeó y dijo que yo era un gay muy caliente y travieso. Estaba penetrando fuerte y terminé disfrutando y lo dejé disfrutar dentro de mi culo también. Fue sexo anal muy fuerte y sabroso y fue realmente bueno haberlo hecho. Después de ese día comencé a tener sexo todos los días con este chico travieso y ese sexo intenso fue muy bueno.
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