Tener sexo con la criada casada

Tener sexo con la criada casada. Te diré cómo acabé consiguiendo la deliciosa criada que tiene aquí en casa. Una encantadora morena dueña de un gran culo y unos pechos muy sabrosos, está casada y yo también. Pero un día mi mujer tuvo que viajar y acabé pasando momentos intensos con este travieso. Esto que os voy a contar fue un jueves por la mañana, cuando mi mujer se despidió y se fue a la ciudad de su madre a visitarla.

Y la criada traviesa, llamada Camila vino y comenzó a lavar los platos. Por supuesto que no fui a decirle que quería tener sexo con ella. Era demasiado arriesgado hacerlo, tendría que darle algo para que le valiera la pena traicionar a su marido. Le ofrecí 200 dólares, los saqué de la caja fuerte y se los di, se los di y le dije que se comprara ropa nueva o que saliera a comprar lo que quisiera. Luego le dije que tendría mucho más dinero, pero que tendría que hacerme feliz.

La niña traviesa ya lo había entendido todo y, sin embargo, seguía preguntando qué tenía que hacer. Y yo dije que una caricia en mi polla ya sería genial. Esta safadinha me miró a los ojos y se acercó, cogió mi polla y la sujetó firmemente con sus manos dejándome muy excitado. Y me dio un beso muy bonito en la boca y ya estaba poniendo mis manos en los grandes pechos de esta traviesa mientras sonreía y me besaba muy sabroso dejándome muy excitado.

La zorra entonces se quitó todo el traje y pude ver ese cuerpo tan caliente. Bonitos pechos grandes y un culo redondo perfecto. Se arrodilló en la cocina y me estaba chupando la polla y yo estaba muy excitado. Entonces esta chica traviesa comenzó a levantar su hermoso y gran culo y yo estaba penetrando su coño caliente. Ella gimió y me pidió que le metiera cada vez más fuerte en su delicioso coño.

La safadinha quedó bien satisfecha y para excitarme aún más se sentó sobre mi polla. Yo estaba tumbado en el suelo y ella estaba sentada intensamente dejándome muy excitado. Le golpeé la cara y le pedí que se sentara aún más y terminé disfrutando intensamente en el coño de esta traviesa. Estaba muy excitada y me llamaba traviesa mientras venía, luego se puso la ropa y empezó a limpiar la casa.