Tomar la virginidad de la colegiala traviesa

¿Has tenido sexo con alguna virgen nueva antes? Ya os contaré cómo acabé quitándole la virginidad a la joven Rafaela, una delicia de morena y caliente, de grandes pechos, precioso culo y sólo 19 aninhos. Ya soy un hombre de 38 años, casado y con hijos, pero tengo una enorme erección por las jóvenes vírgenes. Soy profesor de inglés y doy clases en una escuela importante aquí en la Ciudad de México y de vez en cuando, termino teniendo sexo con algunos estudiantes.

Y Rafaela me llamaba mucho la atención. Realmente quería poder tener un momento a solas con esta joven. Porque era realmente perfecta, gran pelo rubio, cara angelical, culo perfecto y hermosos pechos duros. Esta joven perfecta me ponía muy cachondo, y estaba cansado de masturbarme pensando en ella. Yo quería sexo de verdad y ella me follaría costara lo que costara. Y un día terminé teniendo sexo con esta hermosa y deliciosa joven.

Eran los últimos exámenes y Rafaela no iba muy bien en mi asignatura. Y empeoré su situación, cambié sus notas dejándolas muy bajas. Tuvo que venir a mi casa para una clase particular, y ese día mi mujer estaba todavía en el trabajo. Para poder disfrutar de un momento a solas con esta joven perfecta que me quitaba el sueño. Cuando llegó la hermosa joven mi pene ya se puso muy duro y le pedí que entrara.

Transición con el estudiante virgen

Y esta hermosa joven entró en mi casa y fuimos directamente a la mesa donde estaban los libros para empezar a estudiar. Yo estaba muy cómodo, con pantalones cortos y una camiseta, y le dije que hacía mucho calor. Me quité la camiseta y ella se quedó mirando mi cuerpo. Y mientras ella leía yo pasaba mi mano por sus piernas y no podía resistirse. Terminó besándome en la boca y ya la estaba levantando para llevarla a la habitación de invitados. Y allí rodaría el mejor sexo de mi vida con esta deliciosa joven.

La niña traviesa me decía que era virgen y que tenía que ir despacio. Le fui quitando la ropa muy lentamente, primero se quitó la blusa y pude coger y chupar sus preciosos y redondos pechos. Luego se quitó los pantalones cortos y yo le quité las pequeñas bragas. Hice que se tumbara en la cama y empecé a chuparle el coño. Estaba un poco nerviosa, pero a medida que pasaba el tiempo perdió su timidez y empezó a gemir cada vez más fuerte. Y yo estaba allí, metiendo lentamente mi dedo en su coño y chupándola intensamente. Y llegó el momento de que esta joven perdiera su virginidad.

Y la traviesa niña abrió las piernas y me dejó meter mi pene tranquilamente dentro de su caliente coño. Ella gemía suavemente y yo le besaba la boca mientras la polla entraba. Y me pidió que fuera más despacio porque me dolía. Y poco a poco fui quitando el sello del coño virgen de la joven Rafaela. Y ella lo estaba disfrutando mucho, se estaba soltando y al cabo de un rato ya se revolcaba sobre mi polla. Y la hice venir muy sabroso y al final todavía me vine en su boca. Fue un sexo increíble y seguimos siendo amantes durante un tiempo, hasta que se mudó a otra ciudad.