Soy una travesti muy traviesa, aún soy muy joven, solo tengo 23 años y trabajo en la tienda de ropa de mis padres. Por eso no necesito prostituirme porque me aceptaron como soy y les ayudo en la tienda que da mucho dinero. Y estoy estudiando medicina porque sueño con ser médico, uno de los pocos médicos travestis de este país. Y tengo un viejo profesor muy travieso que no deja de mirarme las tetas de silicona y el culo, practicamente me folla con la mirada.
Y un día terminé sacando una nota muy mala en su examen, y realmente necesitaba aprobar esta materia porque era muy importante. Y decidí preguntarle si podía repetir la prueba y cómo me podría ayudar. Y dijo que me daría total en la prueba si le hacía un favor. Le pregunté qué era y el bastardo dijo que quería que me sentara en su polla. Enseguida me fui y fueron pasando los días y volví a salir mal en su último examen y esta vez iba a tener que repetir la materia otra vez, pero no quería eso en el expediente de la universidad. Y tuve que tomar acción y pedirle ayuda a este viejo pervertido.
Y le pregunté si me ayudaba si le daba una buena cantidad de dólares, y me dijo que no tenía ganas de dinero y que ya era bastante rico. Lo que quería era mi culo apretado y caliente y no tuve más remedio que tener sexo con mi profesor. Dije que nunca me prostituiría ni vendería mi cuerpecito, pero en ese momento no tenía muchas opciones. Necesitaba hacerlo bien en su clase a toda costa y tendría sexo con él si fuera necesario.
Fuimos a su auto en el estacionamiento porque iba a haber clase en ese momento y necesitábamos salir de la habitación. Fui a su auto importado y cuando llegamos allí nos fuimos al asiento de atrás y el cabrón comenzó a besarme en la boca y a llamarme puta. Me agarró las tetas y quiso arrancarme la camisa, y le dije que no podía. Y me quité la camisa para dejarlo hacer lo que quisiera con mis tetas. Los abrazó, los abrazó y los amamantó como un ternero. Y confieso que esos grandes pechos estaban deliciosos.
Luego me quité los pantalones y estaba usando unas bragas muy pequeñas, lo que hizo que mi maestra se emocionara aún más. El travieso luego sacó su pene y dijo que tenía que chuparlo muy bien. Y comencé a hacerle una mamada sensacional a este bastardo, excitándolo mucho. Después de eso tuve que sentarme hasta que llegué. Cuando me senté en esa polla gruesa, me dolía mucho más el culo. Tuve que cumplir mi parte del trato para pasar la historia de este viejo bastardo.
Y él estaba sosteniendo mi trasero y abofeteándome muy fuerte mientras estaba sentado hasta que me corrí. El cabrón me agarró las tetas y me llamó puta mientras yo le hacía twerk con su polla. Luego me pidió que me diera la vuelta y comenzó a chuparme las tetas mientras yo mecía la gruesa polla del viejo bastardo. E intercambiando algunos besos calientes y sentándome al mismo tiempo hice que el viejo se corriera muy caliente. Me pasó su artículo con la máxima puntuación y me fui a casa con el culo doliendo mucho después de ese intenso anal.
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