Os contaré cómo acabé practicando un sexo muy sabroso en el baño del centro comercial. Estuve allí comprando ropa buena para llevársela a mis hijos después. Y a una hora tuve que ir al baño a hacer un buen pis y allí estaba una de esas asistentas que están limpiando el centro comercial. Era una joven de unos 20 años, normalmente son viejas, pero esta vez estaba esta hermosa y deliciosa joven que me dejó con la polla muy dura.
Y decidí hacer una locura, ya que no había nadie más en el baño aparte de nosotros. Le hice una propuesta a esta joven, le ofrecí 350 dólares a cambio de media hora de follar conmigo. Fue muy considerada, pero como era pobre y necesitaba mucho dinero para ayudar a su familia, aceptó. Fuimos a una de las cabinas cerradas y saqué el dinero de mi cartera para dárselo a esta deliciosa joven que tendría sexo conmigo en el baño del centro comercial.
En cuanto le entregué el dinero, lo contó, se lo metió en el bolsillo y yo me saqué la polla. La safadinha se acercó sujetando mi pene, se sentó en el retrete y empezó a chuparme la polla de una forma muy sabrosa en la que me estaba excitando mucho. La safadinha realmente sabía cómo chupar una polla y dejar a cualquier hombre muy satisfecho. Y me estaba excitando mucho con esta deliciosa zorrita chupándome la polla sin florituras. Y quería mucho más que un sexo oral.
Y después de caer la boca en mi polla y darme una maravillosa mamada esta safadinha se levantó, se bajó los pantalones y me mostró un culo pequeño, pero bien redondeado y duro. Se puso a cuatro patas sobre la gotera y comencé a penetrar su delicioso coño. Ella gimió suavemente para que nadie nos oyera y yo penetré en su coño y acaricié su blanco y perfecto culo. Y hasta me dejó meter mi dedo en su culito caliente y apretado y eso me volvió loco de lujuria.
Luego me tocó sentarme en el inodoro y la joven safadinha comenzó a revolcarse muy sabrosa y lentamente sobre mi polla. Y este sexo en el baño fue genial y muy placentero. Y se volvió aún más placentero cuando la joven safadinha se levantó la blusa y me mostró sus enormes y redondos pechos. Estaba chupando esos sabrosos pechos mientras la safadinha se revolcaba en mi polla. Me besó la boca y dijo que podría hacer mucho más después en su casa. Y eso me excitaba aún más, y penetraba con fuerza ese delicioso coño.
Y continuando con este sexo en el baño, la safadinha se puso de pie con las manos en la cabina. Y me corrí, y encajé mi polla en su coño y me la volví a follar. Sujeté los pechos calientes de la traviesa y ella estaba dando sentadas muy sabrosas en mi polla haciéndome disfrutar intensamente. Y ensucié todo el baño porque la leche bajaba por el coño de esta traviesa. Fue un sexo maravilloso y estábamos muy excitados, entonces la llamé. Y arreglado para encontrar esta safadinha en su casa para hacer más perra.
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