Tuve sexo con 2 de los amigos de mi esposo para vengarme de él. Nunca pensé que haría esto en mi vida. Nunca tuve la intención de engañar a mi esposo, pero terminé decepcionada de él hace aproximadamente 2 meses. Me enteré que estaba teniendo sexo con la vecina, la consideré mi amiga. Pero en realidad, ella solo quería a mi esposo y terminé siendo muggle. De esta forma me empezó a engañar con Rosario, la vecina que vive al lado.
Descubrí esto el día que terminé llegando temprano a casa del trabajo, él no anticipó que esto iba a suceder. De esa manera terminé viéndolos a los dos en la habitación teniendo sexo. Yo estaba muy triste y peleamos mucho. Pero no pedí el divorcio porque no quería dejarlo así, quería venganza. Sería demasiado fácil simplemente pedir el divorcio, quería que él sintiera lo mismo que yo. Así que decidí vengarme y él realmente se arrepintió de haberme engañado.
Tiene algunos amigos que no son realmente sus amigos. Siempre me miran porque tengo un trasero muy grande. Nunca le dije nada al respecto porque no quería que peleara con sus amigos por mi culpa. Entonces llamé a 3 de los amigos de mi esposo. Juan y Miguel, dos morenos traviesos, no son nada guapos. Pero eran los mejores amigos de mi esposo y ambos miraban mi trasero todo el tiempo. Los llamé a los dos y los llamé aquí en casa, les dije que tenía un problema grave y que necesitaba su ayuda.
Los dos bastardos estaban preocupados por mi llamada y rápidamente fueron a mi casa. Mientras tanto, fui a darme una buena ducha y me puse las bragas más bonitas que tenía para provocarlas. Me puse una bata y cuando llegaron los llamé a la sala y les dije que necesitaba hablar de algo muy importante. Entonces comencé a contarles lo que me había hecho mi esposo, estaban molestos, pero dijeron que eso lo tendríamos que resolver solo entre él y yo. Así ya se levantarían para irse, pero no los dejé.
Me quité la bata de baño y vinieron a mí con solo unas bragas muy pequeñas. Entonces me puse a cuatro patas en el sofá, los miré y dije que me iba a vengar de mi marido. Si no fuera por ellos, buscaría a otros hombres para ayudarme. De esa forma los dos perdieron el control y ya sacaron sus enormes penes. Y los estaba chupando a ambos al mismo tiempo haciendo que estos hombres se emocionaran mucho. Después me puse a cuatro patas y Juan comenzó a penetrarme el coño mientras yo le chupaba el pene a Miguel.
Después de chupar intensamente el pene de cada uno de ellos, comencé a sentarme primero sobre el pene de Miguel. Una polla muy grande y sabrosa, estaba sentada en su pene y besando su boca. Y el cabrón besándome y penetrando su enorme pene dentro de mi coño. Entonces comencé a sentarme encima del pene de Miguel y en poco tiempo hice que se corriera. Ambos vinieron y luego se fueron, no sabían que tenía una cámara escondida en la habitación. Se lo mostré a mi esposo y completé mi venganza.
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