Tuve sexo con la maestra de mi hijo en la escuela

Tuve sexo con el maestro de mi hijo en la escuela. Así disfruté intensamente con esta traviesa y aquí les contaré todo sobre el día que esta mujer se excitó mucho sentándose en mi pene. Su nombre es Helena, una preciosa morena de 35 años, guapa y de bonitos pechos grandes. Además, su culo era realmente espectacular y su sonrisa enamora a cualquier hombre.

Mi nombre es Joaquim, estoy casado y tengo un hijo que estudia en una escuela aquí en Tijuana. Como mi esposa siempre llega temprano al trabajo, yo tengo la tarea de llevar y traer a nuestro hijo a la escuela. Así conocí a Helena, ella siempre estaba en la puerta de la escuela para entregar a mi hijo. Siempre hablamos y después de 1 año entero nos estábamos acercando cada día. Como trabajo haciendo muebles, un día me llamó a su casa.

Dijo que quería un guardarropa nuevo y comenzó a decirme cómo lo querían ella y su esposo. Estaba sola, yo estaba midiendo la pared y toda la habitación para hacerme una idea de las medidas del armario que le iba a hacer a Helena. Después de que vimos todo lo que le gustó la cantidad que cobraría, terminó y cerró el servicio, me preguntó si quería tomar un café con ella. Acepté y nos sentamos en el sofá, bebiendo el café amargo que ella preparó y mirándole los senos.

Tuve sexo con la maestra de mi hijo en la escuela

En un momento me preguntó si mi relación con mi esposa era buena. Dije que sí y ella comenzó a desahogarse conmigo diciendo que la suya no era la mejor. Y que casi estaban pensando en el divorcio, ella no dejaba de mirarme, diciendo que yo era hermosa. Lo que me hizo besarla fue que me dijo que hacía casi una semana que no tenía sexo y que tenía muchas ganas. En ese momento estaba pasando mi mano por sus piernas, besando su boca y levantando su falda.

Abrió las piernas, se puso las bragas a un lado y vi su hermoso y delicioso coñito. Luego me arrodillé, estaba sosteniendo sus hermosas piernas suaves y comencé a chupar su coño caliente. La hermosa Helena gemía acaloradamente, se retorcía en el sofá y decía que yo estaba demasiado caliente y me decía que siguiera chupando hasta que se corriera. Pero aun así ella quería más, se quitó la ropa por completo y yo también.

Me acosté en el sofá y ella se subió encima y empezó a rodar caliente en mi regazo. Estaba muy emocionado con esta hermosa mujer sentada en mi pene, se sentó lentamente porque él es muy grande. A veces me emocionaba demasiado y me pedía que me lo tomara con calma para no lastimarle el coño. Hice que esta rubia traviesa se corriera intensamente y unté su coño con leche fresca. Todo esto sucedió hace unos 13 días y estamos planeando repetir la dosis y aquí les contaré todo.