Tuve sexo con mi nuevo novio en la playa y fue muy bueno. Quiero contarles sobre esta maravillosa y muy intensa experiencia que tuve con un hombre fuerte y guapo. Mi novio tenía muchas ganas de realizar un viejo fetiche suyo. Tenía muchas ganas de tener sexo en la playa, yo tampoco lo había hecho nunca, pero me gustaba la idea. Fuimos a pasar las vacaciones a Río de Janeiro y acordamos que intentaríamos hacerlo allí. Como él quería tanto, también decidí ayudarlo a realizar este loco fetiche.
El primer día había mucha gente en la playa donde estuvimos. Todo el tiempo había mucha gente para que no pasara. Pero en la segunda ya descubrimos una playa más alejada de la gran ciudad, era más paradisíaca y podíamos realizar este fetiche. No diré el nombre de la playa, pero nosotros fuimos muy temprano, eran como las 7 de la mañana. Saldríamos a correr de verdad, también disfrutaríamos del día allí y por supuesto intentaríamos realizar este fetiche de follar en la playa.
Nos alejamos de la multitud allí, nos acercamos a unas rocas después de caminar mucho. Y era el lugar perfecto, tenía una toalla porque no iba a estar en la arena. Me puse la toalla y me senté, mi travieso novio ya venía sacando su pistola y poniéndola en mi boca. Y le chupé la polla que estaba muy dura. Estaba realmente emocionado con este sexo caliente y yo también me estaba emocionando.
Después de chupar su gran y sabrosa polla, me quitó la parte superior del bikini y chupó mis pechos. Y se ponía cada vez más delicioso, me mamaba de buena gana y yo gemía en su ojito. Hasta que se acostó y me tiró la toalla, me acosté y me quitó las bragas. Y el cabrón empezó a chuparme el coño y estaba demasiado caliente, tenía una lengua muy rápida y me estaba chupando intensamente excitándome mucho.
Después de un buen sexo oral, comenzó a meter su pene dentro de mi coño. Estaba acariciando mis pechos y abofeteándome la cara. Estaba acostada con mis piernas entrelazadas con las de él, y el bastardo estaba penetrando mi coño sin ningún problema. Fue muy, muy bueno tener sexo al aire libre. Las ganas eran más de él, pero me acabó gustando mucho, así que me puse a cuatro patas, con el culo al aire como una perra en celo. Y el bastardo estaba penetrando suavemente mi coño.
Puso todo dentro de mí, era demasiado agradable poder tener buen sexo con ese bastardo. Después de dejar que me penetrara a cuatro patas, le tocó a él acostarse. Entonces comencé a sentarme bien en su pene y él se corrió intensamente en mi coño. Fue realmente una sensación caliente y realmente me encantó tener sexo en la playa con mi travieso novio. Una sensación increíble y muy sabrosa, te sugiero que hagas algo así. ¿Alguna vez has tenido sexo en algún lugar al aire libre?
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