Tuve sexo con ua prima de 18 años en el coche

Tuve sexo con una prima de 18 años en el coche. Me llamo Antonio, y os voy a contar cómo acabé teniendo sexo con Sofía, mi preciosa prima rubia de sólo 18 años. Estábamos celebrando una fiesta familiar y todo el mundo estaba reunido. Y la bebida se estaba acabando y dije que compraría más, y Sofía quiso acompañarme y la dejé porque me gustaba mucho. Mi mujer estaba resfriada ese día y tuvo que quedarse en casa. Subimos al coche y me dirigí hacia el supermercado.

Me sorprendió lo que hizo Sofía, puso su mano en mi pene y dijo que estaba muy sabroso. Y continuó diciendo que siempre había querido tener sexo conmigo. Y que yo era un hombre fuerte y muy guapo y ella quería probar mi pene. Y como estaba muy buena y tenía unos pechos grandes y bonitos no pude evitarlo y la dejé hacer lo que quería. La safadinha entonces me sacó la polla y empezó a chuparla con ganas y yo estaba muy excitado.

La chica traviesa me chupaba la polla y no dejaba de mirarme, poniendo cara de traviesa. Me agarraba bien y me masajeaba mientras me chupaba intensamente. Y le sujeté el pelo y le penetré la boca, como si estuviera teniendo sexo con su boca. Y después de chuparme intensamente esta chica traviesa dijo que quería sentarse en mi polla. Eché el asiento hacia atrás y ella se sentó encima de mí. Llevaba una falda, se la levantó y se puso las bragas de lado y empezó a sentarse lentamente.

Me excité mucho y apreté su culo caliente mientras ella se sentaba sobre mi polla. Me besó y se sentó muy despacio y su coño me mordía el pene y esto me puso aún más cachondo. Luego fue al asiento trasero y dijo que quería tener sexo a cuatro patas. Ella se puso de pie con su culo caliente hacia arriba y yo fui allí y empecé a penetrar su coño. Ella gimió y me pidió que le diera una fuerte palmada en el culo.

Empecé a abofetearla con fuerza y las marcas de mis manos se quedaron en su culo. Ella gemía de tal manera que acabé corriéndome en su coño y nos ensuciamos un poco en el banco. Rápidamente me limpié y me llevé la safadinha a la fiesta y seguimos bebiendo como si nada de esto hubiera pasado. Al final de la fiesta fui a llevarla a casa y aproveché para penetrar un poco más su caliente coño.