Tuve sexo con un conductor de autobús

Tuve sexo con un conductor de autobús caliente. Hoy quiero contarles todo lo que me pasó hace 2 semanas. Te contaré todos los detalles del día que terminé sentándome caliente sobre la polla de un viejo conductor de autobús. Tenía muchas ganas de follarme, y como me ofreció un buen dinero no me pude resistir. Y le regalé a ese anciano el día más intenso y placentero de su vida. Donde puede después de años follar un coño joven muy caliente y húmedo que lo dejó locamente cachondo.

Mi nombre es Isabela, vivo en Guadalajara y trabajo en el centro de la ciudad en una tienda de celulares. Y todos los días de lunes a viernes mi rutina es levantarme temprano e ir a trabajar. Después de eso iré a la universidad porque me estoy formando para ser veterinaria. Y después de clase me voy a casa a descansar y estar con mi familia y mi novio. Todos los días lo mismo, y en este trayecto siempre cojo el autobús. El conductor también es siempre el mismo, el Sr. Juárez, tiene poco más de 50 años. Muy amables, terminamos haciéndonos amigos.

Y el otro día estaba tomando el mismo autobús saliendo del trabajo y yendo a casa. Donde luego me ducho y voy a la universidad. En el camino de ida, el autobús siempre está muy lleno, en el camino de regreso siempre está muy vacío. Es durante estos tiempos que el Sr. Juárez y yo hablamos todo el camino hasta la parada de autobús cerca de mi casa. Pero hace 2 semanas se armó de valor y decidió hacerme una invitación especial. Dijo que se jubilaba, que iba a dejar de conducir, y antes de eso quería tener la oportunidad de conocerme mejor.

Me ofreció 500 dólares, incluso sacó el dinero de su bolsillo y dijo que siempre tuvo este deseo, tener sexo en el autobús en el que trabajo toda mi vida. Me negué de inmediato, pero luego dijo que nunca nos volveríamos a ver. Que hasta se iría a Estados Unidos a vivir con sus hijos y yo ganaría 500 dólares por tan solo 20 minutos de sexo rápido y sabroso. Pasé unos 10 minutos pensando que este dinero realmente sería muy fácil de ganar y nunca volvería a ver a ese hombre frente a mí. Así que decidí aceptar y dije que sería muy rápido.

Felizmente detuvo el autobús en una calle muy oscura y poco transitada. Fui al asiento delantero donde estaba él y el cabrón le sacó el pene. Tomé el dinero y lo puse en mi bolso y comencé a chupar el viejo bastardo. Realmente no me gustaba hacerlo, pero por todo ese dinero estaba dispuesto. Así que estaba chupando su vieja y pequeña polla dejando al muy cabrón muy excitado. Luego me quité los pantalones y estaba lamiendo mi coño.

Luego me senté en su regazo, encajé su pequeño pene en mi coño y comencé a sentarme. Yo gemía suavemente para ver si se corría rápido y dejaba que la traviesa acariciara mis pechitos calientes. Ella decía que yo estaba caliente y yo gemía y le decía que empujara más fuerte. Y en menos de 10 minutos el viejo se corrió en mi coño dejándome toda sucia. Me limpié, me puse la ropa y me llevó a casa. Incluso si quisiera, no podría tener más sexo, dijo que yo estaba demasiado caliente y que no pudo resistirse y se corrió muy rápido. Fueron los $500 más fáciles de ganar.