Tuve sexo con el electricista negro del pene caliente muy grande. El cabrón estaba muy caliente y no podía seguir siendo fiel a mi marido. Quiero mucho a mi marido, pero también me gusta una zorra. Y ver a ese negro grande y fuerte frente a mí fue la mayor tentación de mi vida. Y tuve que cometer el pecado de traicionar a mi marido.
Ya estaba pasando las manos por los brazos del electricista mientras arreglaba la televisión. Y dije que eran muy fuertes y que su polla también debía ser muy grande y fuerte. El bribón se entusiasmó, esbozó una sonrisa y me preguntó si quería ver. Y le dije que sí, cuando eso pasó se sacó la polla y me sorprendió mucho, era realmente enorme.
Y me dijo que mostrara mi coño, me quité la falda corta y sólo estaba en bragas y me revolqué. El cabrón se acercó a mí y me rompió las bragas con la boca y ya me estaba chupando el coño. Yo estaba de pie y él se arrodilló y siguió apretando mi culo y chupando mi coño intensamente. No pude resistirme y acabé disfrutando de lo sabroso en este momento.
Y este negro caliente me tomó en su regazo y me llevó a la habitación donde le pedí que me dejara. El cabrón me tiró en la cama y se acercó besando mi boca y chupando mis pechos. Le saqué la polla y empecé a chuparla con mucho gusto y él no paraba de tirarme del pelo y de darme bofetadas en la cara. Y entonces tuve que sentarme y me senté lentamente sobre la polla del negro travieso.
También me cogió a cuatro patas y me penetró aún más fuerte dejando mi coño todo magullado. Este electricista negro con una gran polla estaba muy caliente y me dejó el coño muy mojado y luego flaco. Estaba ardiendo todo el día, mi marido ese mismo día quería tener sexo y tuve que inventar una excusa. Porque el negro cabrón me había dejado toda adolorida, pero valió la pena porque tuve un orgasmo muy sabroso.
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