Mi nombre es Antônio, tengo un quiosco aquí en Cancún y como saben, está lleno de turistas de todo el mundo. Y hace unos meses terminé liándome con un turista de Japón y terminé teniendo sexo con una chica asiática aquí en mi quiosco donde le follé el culo a la traviesa ya que ella era adicta al sexo anal. Pensé que las japonesas eran más tranquilas, me equivoqué, porque la que conocí era una putita muy traviesa que tenía un sexo maravilloso. Todavía recuerdo a esta perra y la espero en las próximas vacaciones de la pequeña perra.
Su nombre es Miangui Li, una hermosa mujer asiática de unos 30 años, vino con su esposo, un nerd lleno de dinero que vino a pasar las vacaciones aquí en Cancún, era su primera vez. Y a la pareja le gustó mucho mi quiosco y terminé hablando mucho con ellos. Y termino haciendo amistad con todos mis clientes, especialmente con los de otros países. Y al final de la noche terminé teniendo una sorpresa. La bella asiática vino a visitarme cuando estaba cerrando el quiosco, y me dijo que quería charlar un poco y tomar unos tragos de tequila porque sufre de insomnio.
Como soy muy educado, acerqué una silla y la llamé a mi quiosco. Y empezamos a beber tequila y a hablar. Y me decía que su marido piensa en el trabajo todos los días. Que en ese momento estaba frente a la computadora hablando con su equipo de trabajo. Y que no podía soportarlo más, porque se suponía que iba a ser un viaje divertido y él lo estaba arruinando. Me conmovió esa historia y en la emoción terminé besando a la japonesa y ella disfrutó mucho ser besada por un mexicano como yo.
Rápidamente de los besos ya estaba pasando su mano por mi pene y decía que quería ver si los mexicanos tenían una gran polla. Acabo de cerrar las puertas del quiosco para que la asiática traviesa y yo podamos ponernos cómodos. Yo no soy de hacer eso, meterme con una mujer casada, pero esta japonesa era muy caliente, y después de todo era japonesa, hasta ese momento nunca tuve sexo con una asiática. Y no podía dejar pasar esa oportunidad de saborear el coñito oriental. Y empezamos a desnudarnos, tomando tragos de tequila e intercambiando besos y caricias calientes.
Yo ya desnuda y con el pene duro dejo que esta pequeña traviesa se arrodille y empiece a chuparme el pene intensamente. Estaba chupando muy caliente como una prostituta en celo. Me dijo que las mujeres orientales son expertas en practicar sexo oral. Y me excité mucho con esa perra de ojos rasgados chupándome el pene con ganas. Incluso tiró un poco de tequila en mi polla y comenzó a chupar aún más y me excité mucho con este sexo oral de calidad realizado por esta mujer asiática traviesa. Y después de ese intenso oral la traviesa se puso a cuatro patas y me dijo que le penetrara el culo.
Me sorprendió, nunca pensé que una japonesa así quisiera darle el culo así al principio y a un desconocido. Y no pensé demasiado, me arrodillé detrás de ella y comencé a penetrar su culo apretado realmente agradable. Estaba muy borracha con tequila y ni siquiera sintió mi polla empujando con fuerza en su culo apretado. Y fui penetrando más y más duro y más profundo en el culo de esta japonesa traviesa que gemía intensamente dentro de mi quiosco. Y esta mañana tuve sexo con una mujer asiática casada y fue uno de los momentos más emocionantes de mi vida.
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