Hola, mi nombre es Natalia y les voy a contar cómo terminé teniendo sexo en la biblioteca. En mi colegio hay un viejito muy travieso que se encarga de abrir, cerrar y cuidar la biblioteca, y terminé llevándome unos libros y los perdí. Y para no tener que comprar otros libros, decidí tener sexo con este viejo para que lo pusiera en el formulario que le di los libros. El viejo travieso se llamaba señor Rubens y seguía queriendo tener sexo con todas las chicas de la escuela, pero ninguna se preocupaba por él, pero ese día lo hice feliz.
Llegué allí cuando estaba casi cerrando para el almuerzo. Y le dije que había perdido los libros y le pregunté si podía ayudarme. El cabrón dijo que no podía y que tendría que pagar una multa muy cara por haber perdido estos libros que eran de edición limitada. En ese momento me desabotoné un poco el uniforme y le mostré parte de mis senos. Y le pregunté de nuevo si podía ayudarme, y el bastardo entendió el mensaje y dijo que para un buen sexo ahí mismo, me ayudaría.
Entonces el viejo pervertido cerró la biblioteca y nos fuimos a un sofá que había allí. Ya me desabotoné el resto de la camisa y mostré mis tetas hasta el final haciendo que el viejo Rubens se emocione mucho. Luego me quité la pollera corta y quedé solo en calzoncillos blancos meciéndome cerca del viejo que ya se estaba quitando la ropa y mostrándome que tenía un pene de tamaño mediano muy duro y grueso. Y tendríamos sexo realmente agradable y él me ayudaría a resolver mi problema. Y sería bueno tener sexo lo antes posible.
Y me acerqué mucho al viejo Rubens y le di una palmada en la cara. El bastardo me agarró el culo, me hizo a un lado las bragas y empezó a chuparme el coño como un viejo pervertido y me estaba excitando mucho. Y yo le sujetaba la cabeza mientras él caía en mi coño y me chupaba intensamente, y tengo que confesar que este sexo oral estuvo muy sabroso. Me puso a cuatro patas y empezó a penetrar mi coño. Y gemí deliciosamente porque estaba disfrutando mucho de esa polla que entraba.
Y ya no quería ni que fuera rápido porque ese viejo sabía penetrar un coño. Y me acariciaba el culo mientras su polla entraba muy rica en mi coño. Y terminé gimiendo deliciosamente y Rubens estaba practicando un viejo fetiche que tenía que era tener muy buen sexo con un estudiante en la biblioteca. Y yo estaba siendo este estudiante y el cabrón me estaba penetrando el coño con fuerza y de una manera muy sabrosa.
Ya estaba muy emocionado y ya estaba sentado fuerte en la polla del viejo.
Y en ese momento no pudo soportarlo porque era demasiado para él. Porque este sexo en la biblioteca ya se estaba poniendo más caliente de lo que podía soportar y en unas pocas sesiones en la polla del viejo se corrió mucho y me ensució el coño con esperma. Luego me acosté en el sofá y le pedí que me chupara muy bien para que yo también pudiera correrme. Y se corrió chupándomela intensamente y terminé disfrutando mucho en este sexo caliente e intenso hecho con el viejo cabrón.
Quiero compartir aquí un recuerdo de cuando estaba en el último año de la escuela secundaria. Yo ya tenía 18 años en esa época y mi directora era muy safadinha, y era una vieja rabuda deliciosa...
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