Tuve sexo en la piscina con mi madre adoptiva

Tuve sexo en la piscina con mi madre adoptiva. Un sexo muy sabroso hecho en un día muy caluroso aquí en Juárez. Mi nombre es Paco, tengo 21 años y vivo en Juárez con mis padres adoptivos. Nací en Guadalajara, mi padre trabajaba en un cartel y terminó embarazando a una prostituta. Él no sabía que yo existía, así que se casó con Sandra y todavía están casados ​​hoy. Hace como 3 años aparecí en tu vida, mi madre murió y mi abuela me pidió que buscara a mi padre.

No sabía que había engendrado un hijo con esa puta que es mi madre. Si lo hubiera sabido, se habría quedado con ella y conmigo, pero en el momento en que dije y probé que era su hijo, me cuidó. Hoy vivo con él y mi madrastra Sandra. Mi padre me cuida mucho, a pesar de que tengo 18 años, me da todo y dice que quiere recuperar el tiempo perdido. Sandra en cambio no le gusto mucho, entiendo, de repente alguien aparece en su vida diciendo ser el hijo de su esposo. Yo también lo encontraría mal como ella.

Después de 3 años viviendo aquí con mi padre y su esposa ya me siento como en casa. Mi padre hace años que no trabaja para el cartel, hoy es un taller de reparación de autos y yo lo ayudo todos los días. Gracias a su arduo trabajo tiene una hermosa casa que incluso tiene una piscina. Me gusta mucho nadar los fines de semana, me quedo aquí todo el día y le molesta un poco a mi madrastra. Un día mi padre se fue de viaje, era sábado, se fue muy temprano y yo me quedé en casa, era la primera vez que estaba allí sin él.

Tuve sexo en la piscina con mi madre adoptiva

Fui a la piscina temprano en la mañana porque no quería estar cerca de mi madrastra. Pero como le gusta bromear, también vino a darse un baño en la piscina, así que charlamos un rato. Pero en poco tiempo de conversación ya me hizo enojar, me sigue molestando porque quiere que me vaya de la casa. Y ella seguía diciendo que mi pene era pequeño y que yo era gay porque todavía no tengo novia. Me enojé mucho y terminé acercándome a ella.

Saqué mi pene y torcí el brazo de mi madrastra atrapándola por detrás. Y froté mi pene en su trasero y le dije que le mostraría lo gay que era. La traviesa trató de irse, pero yo era mucho más fuerte, amenazó con contarle todo a mi padre, no me importaba. Logré quitarle las bragas y ella se retorcía aún más, pero logré penetrar mi enorme pene en su coño. Estaba penetrando y en menos de 3 minutos dejó de forcejear y dijo que mi pene estaba demasiado caliente.

Después de eso, se volvió y me besó en la boca. Ella se quedó en mi regazo y volví a meter mi pene en su coño y la follé en la piscina. Fue una sensación muy placentera, chupé sus hermosos pechos y fui penetrando su coño con fuerza. Y ella gimió intensamente diciendo que yo estaba demasiado caliente. Le di unas palmadas fuertes en el culo y la estaba penetrando haciéndola correrse sabroso. Salimos de la piscina y ella se corrió sentada sobre mi polla y yo también. Después de ese día sellamos la paz entre nosotros y yo de vez en cuando cuando necesito follar con mi hermosa madrastra.