Tuve sexo lésbico caliente con mi tetona madrastra y la hice correrse intensamente chupando su hermoso y apretado coño sin pelo. ¿Qué harías si tu madrastra quisiera tener sexo después de haber bebido demasiado vino? Como soy una joven lesbiana adicta a chupar coños no pude resistirme y terminé teniendo sexo caliente e intenso con esta hermosa mujer madura. Una maravillosa rubia dueña de unas perfectas y grandes tetas que me dejaron muy excitado. Así tuve que chupar primero los hermosos pechos y poco después su delicioso coño y ya contaré cómo acabó todo esto entre nosotros.
Era un sábado por la noche, mi padre se había ido de viaje de negocios y nos había dejado a mí y a mi hermosa madrastra solas en casa. Me llamo Bruna y tengo 19 años, soy lesbiana y me gusta chupar coños en vez de dejar que me entre un pene. Y mi padre se casó hace unos 9 meses con una hermosa mujer llamada Lucía, es una mujer madura de 38 años que se casó con mi padre más por el dinero. Y olvidó que en la vida también hay que tener placer y orgasmos con el sexo caliente. Y mi padre no pudo dárselo porque sólo pensaba en el trabajo y viajaba todo el tiempo.
Así que mi hermosa madrastra terminó engañando a mi padre con varios hombres. Y un día bebió demasiado y también quiso probar el sexo con lesbianas y acabamos teniendo un sexo muy sabroso e intenso en el salón. Como dije que era sábado por la noche, pedimos una pizza y nos pusimos a beber vino y a hablar. Nos bebimos una botella, luego pasamos a la segunda y la secamos rápidamente. Y mi madrastra empezó a hablarme sucio y me puse más y más cachondo. Y como resultado no pude resistirme y terminé acercándome y besando su hermosa boca.
Abrió una sonrisa en su cara y dijo que siempre había querido tener sexo conmigo. Que nunca había tenido sexo con otra mujer pero que tenía mucha curiosidad por saber cómo era. Continuó diciendo que yo era la persona perfecta para ayudarla a hacerlo. Empezamos a besarnos en la boca y comencé a quitarle la ropa. Le quité la blusa y vi esos grandes y perfectos pechos. Empecé a chuparlos intensamente, excitándola cada vez más, y ella empezó a quitarse los pantalones. Me excitó aún más ver su enorme culo. Después se tumbó en el sofá. Entonces empecé a quitarme la ropa y me acosté encima de ella.
Comenzamos a intercambiar dulces besos y poco después empecé a chupar sus grandes tetas. La traviesa gemía y decía que la chupaba y la besaba muy bien, entonces comencé a descender. Cuando llegué a su coño estaba chupando sin florituras, y la traviesa gemía con fuerza diciendo que estaba muy excitada. Y yo chupaba aún más dejándola aún más satisfecha. Para hacer disfrutar a esta traviesa mujer sabrosa comencé a meter el dedo sin florituras dentro de su coño. Me penetré rápidamente y continué chupando sin parar.
Y en poco tiempo esta hermosa mujer comenzó a disfrutar de lo sabroso y me dejó aún más excitado. Después de esperar un momento y recuperarse empezó a chuparme el coño. Yo estaba extremadamente cachondo y le pedí que chupara aún más y que metiera el dedo también. Y disfruté intensamente excitándome mucho, después nos fuimos a duchar y terminamos teniendo sexo de nuevo en el baño e hice que esta traviesa se corriera una vez más mientras le chupaba el coño.
Me llamo Rachel y voy a contaros cómo acabé teniendo un sexo lésbico muy sabroso en el probador de la tienda. Trabajo en una tienda de lencería de lujo aquí en el centro de Tulum. Y un día...
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