Mujer casada de 50 años engaña a su marido con un joven de 18 años Me llamo Jessica y soy una mujer madura de 50 años que estaba muy insatisfecha con su marido, que ya tiene 56 años y no conseguía dejarme satisfecha. Sólo duró 10 minutos en la cama y no pudo tener sexo conmigo. Confieso que esto me estresó mucho y tuve que actuar. Así que acabé engañándole con un joven guapísimo que vive en la casa de al lado, se llama Danilo, un moreno fuerte que me hizo sentir de nuevo mujer y me hizo disfrutar como nunca en todos mis 30 años de matrimonio.
Y de eso les voy a hablar, del día que me entregué a este hermoso joven y tuvimos sexo toda la mañana donde incluso tuve sexo anal, algo que confieso haber hecho muy pocas veces y fue muy sabroso. Todo ocurrió un sábado por la mañana, suelo ir a comprar al supermercado y me encontré con este joven allí. Ese día mi marido se había ido a pescar con sus amigos y no volvería hasta el día siguiente. De repente se me acercó un joven que vivía en la puerta de al lado y me dio los buenos días y me preguntó si quería que me ayudara con la compra. Como tenía muchas cosas dejé que me ayudara a llevarlas al coche.
Para agradecerle me ofrecí a llevarle y en cuanto llegamos a casa le pregunté si quería un café. Dijo que sí y le llevé café y galletas para comer. Estuvimos charlando y él no paraba de mirarme las piernas y los pechos, y yo empecé a sentirme un poco avergonzada por ello. Pero ni siquiera me dio tiempo a sentirme avergonzada y se acercó agarrándome y besando mi boca. Y no pude resistirme y besé al granuja y de repente empezó a pasar su mano por mis piernas y a decir que siempre había querido tener sexo conmigo y que tenía ese deseo sexual de tener sexo con mujeres mayores.
Confieso que me cogió por sorpresa, pero me gustó mucho y le dejé subir la mano hasta que me tocó las bragas, ese día estaba en falda, entonces abrí aún más las piernas y me puso las bragas ladinho y fue penetrando su dedo en mi coño a la vez que me besaba la boca. Esto me puso muy cachondo y empecé a acariciar la polla del bribón, la sacó y vi esa preciosa y gran polla dura delante de mí, no me lo pensé mucho y empecé a chuparla, haciendo muy feliz al joven. Me tiró del pelo y me pidió que le chupara más y más su enorme polla.
Entonces me quitó la blusa y empezó a chuparme los pechos, poniéndome muy cachonda. Me lamió los pechos y me llamó sucia puta, y esto me puso muy cachonda, hasta que me quité la falda y las bragas y vio mi enorme culo y mi coño peludo. Entonces el joven bribón comenzó a penetrar su enorme pene dentro de mi coño, yo estaba abierta de piernas y gemía con aquella sabrosa polla entrando sin florituras. Después le pedí que se sentara en el sofá y comencé a revolcarme encima dejando al travieso aún más excitado. Y yo besaba esa boca caliente y ponía mis pechos en su cara.
El joven dijo que tenía muchas ganas de penetrarme el culo y yo le dejé. Pero primero fui al baño y cogí un poco de lubricante que había estado guardando durante meses. Volví al baño y cogí un poco de lubricante, que había olvidado durante meses. Su polla entró lentamente en mi culo y me excitó mucho. Gemí intensamente con esta caliente polla entrando en mi culo haciéndome gozar intensamente, esto sin duda era el mejor sexo de mi vida y me gustaba mucho.
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