Mi nombre es Rodrigo, soy un hombre mayor, tengo 48 años, estoy casado y tengo una hermosa hija que se llama Isabel, de 19 años, ella estudia arquitectura en la universidad y es el orgullo de la familia. Estoy enamorado de mi hija, y confieso que estoy realmente enamorado, sobre todo del hermoso cuerpecito que tiene. Y en la temporada de calor mi hija tiene la costumbre de dormir desnuda. Después de cumplir 18 años y tener cuerpo de mujer, suele dormir sin ropa en los días calurosos, porque sus pechos son muy grandes y mucha ropa le resulta incómoda. Y te diré cómo la vi dormir desnuda.
Y la he estado observando dormir así a través de la esclusa, observándola ducharse. Y ese día era de noche, casi las 2 de la mañana y estaba caminando por el pasillo porque siempre duermo hasta tarde. Entonces la puerta quedó entreabierta, decidí ir despacito y ver como dormía mi hermosa hija. Y ella dormía sin ropa, toda deliciosa, acostada boca arriba. Y pude ver sus hermosas, grandes y calientes tetas y, por supuesto, su delicioso coño completamente afeitado.
Confieso que me emocioné mucho al ver a mi propia hija durmiendo desnuda. Y no podía ni mirar, la tentación era mayor ya cada momento una voz en mi cabeza me decía que fuera más allá y tocara a mi hija. Y eso fue lo que hice, no aguantaba solo mirarla y tenía que tocarla. Y comencé a pasar mi mano sobre las hermosas tetas grandes y deliciosas que tiene. Unos pechos naturales perfectos que me volvieron loco de lujuria. Los toqué y me emocioné mucho porque realmente eran unos pechos perfectos.
Y seguí agarrando esos pechos y decidí ir más allá. Y comencé a pasar mi mano en su coño caliente. Mi hija tiene el sueño pesado, así que dormía desnuda y yo tocaba su lindo cuerpecito sin que ella se moviera. Y yo estaba tocando ese coño caliente y la córnea creció más y más. Mi polla ya estaba muy dura y decidí sacarla para que todo fuera aún más intenso. Y luego estuve chupándole las tetas muy levemente mientras le tocaba el coño y nada de que la jovencita despertara.
Estaba muy emocionado mientras lamía lentamente las grandes y deliciosas tetas de la joven traviesa. Y yo estaba poniendo mi dedo meñique alrededor de su coño. Y decidí ir más allá, y puse mi dedo dentro de su coño. En ese momento se movió un poco pero no despertó. Y siguió durmiendo con esa carita de ángel mientras yo jugaba con su cuerpecito caliente. Chupé mucho esas tetas y decidí masturbarme mientras lo hacía. Y hasta decidí pasar un poquito mi polla en el coño de mi hermosa hija.
Y ella dormía desnuda sin moverse y yo disfrutaba de esta situación. Y yo masturbándome intensamente mientras tocaba los pechos de la bella traviesa. Y terminé viniendo y untando todo su coño con esperma. Luego me fui a dormir y la dejé sucia, el otro día amaneció toda cubierta de leche porque la disfruté mucho. Y sé que desconfía de mí, porque después de eso no se olvida de cerrar la puerta, así que tengo que seguir mirando por la cerradura y contentarme con lo que tengo. Pero al menos esa noche la disfruté mucho.
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