Vi a mi madre follándose al vecino y me corrí demasiado caliente masturbándome con una escena tan loca como esa. Confieso que nunca había hecho eso, ver gente follando delante de mí y me volvía loco de lujuria. Era mi madre, pero igual me pareció muy bueno, sobre todo porque no es una madurita fea, tampoco es modelo, pero a pesar de sus 45 años sigue estando muy buena. Una pelirroja de grandes pechos, un poco gordita, pero igualmente deliciosa.
Y mi padre, después de operarse la rodilla, subió mucho de peso y acabó quedándose sin energía. Además de eso, también era bastante viejo, por lo que no tenía la energía que solía tener. Pero mi madre necesitaba sexo, porque todavía era una mujer madura con fuego en el culo. Pero mi padre no pudo darle lo que necesitaba en la cama. Fue entonces cuando entró en la historia Marcelo, amigo de la familia desde hace años, es nuestro vecino. Su esposa e hijos también son nuestros amigos y nunca pensé que esto podría pasar.
Marcelo es muy tranquilo y íntegro, ni siquiera acepta un cambio equivocado en el supermercado. Nunca pensé que haría eso, es amigo de mi papá. Pero las apariencias engañan. Y un día volvía a casa temprano de la escuela y noté que en el jardín había unos pantalones tirados por ahí y pensé que era todo raro. Caminé muy suavemente para no hacer ruido y terminé sorprendiéndome. En la parte trasera de la casa, en el jardín, hay una pequeña piscina de plástico, pero puedes nadar en ella. Y adentro estaban Marcelo y mi mamá, ambos sin ropa.
Estaba enojado en ese momento, pero luego mi madre se levantó y la vi desnuda. Muy bonitos pechos grandes y un culo muy redondo y grande también. Luego se sentó sobre la polla de Marcelo, él besó la boca de mi madre y le chupó los senos. Él le dio una bofetada fuerte en la cara y comenzó a decir que ella era muy traviesa. Y en lugar de enfadarme empecé a emocionarme por toda la escena que acababa de ver y aún no creía que fuera real.
Pero luego de unos minutos mi madre cambió de posición. Se puso a cuatro patas y empezó a tomar más penes en el coño y pedirle a Marcelo que se lo pusiera aún más fuerte. Luego salieron de la piscina y yo me escondí, entraron a la casa, se secaron con toallas y se fueron al sofá de la sala. Donde mi madre estaba otra vez a cuatro patas y la vecina traviesa le pegaba en el culo y le tiraba del pelo. Y en ese momento empezó a penetrarle el culo con su pene y tuve que sacarme la polla y masturbarme.
Estaba loco cachondo masturbándome caliente viendo a mi propia madre dándole el culo bien apretado para que la vecina la penetrara sin florituras. Para terminar se sentó un poco más y terminó disfrutando mucho, al final igual se puso de rodillas y pidió una corrida en su cara. Y Marcelo le untó la cara a mi mamá con leche fresca, luego se vistió y se fue, yo me escondí y solo salí de mi escondite cuando él se fue. Y seguí pensando en esa locura que acababa de ver. Realmente esta experiencia merecía un relato erótico.
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