Siempre disfruto viendo a mi mujer sentada sobre otra polla

Siempre disfruto viendo a mi puta esposa sentada en otro palo. Es que soy un cornudo manso y tengo ese fetiche de ver a mi mujer teniendo sexo con otro hombre. Me encanta tener sexo con mi mujer, pero también me encanta verla teniendo sexo con otro hombre y eso siempre me pone muy cachondo. Y también se excita mucho porque siempre se sale de la rutina y tiene sexo con personas diferentes.

Pero tiene su favorito, nuestro vecino, un hombre que mide 2 metros y tiene una polla enorme. Cada vez que coge a mi mujer, ella se excita mucho y tiene el coño y el culo muy flaco. Y disfruto intensamente varias veces porque siempre me excita ver a mi mujer jugando con esa polla gigante muy grande y gruesa.

La primera vez que este hombre tuvo sexo con mi esposa fue muy buena. Estaba en su casa y mi esposa lo llamó a nuestra casa. El cabrón fue y cuando llegó no entendió nada porque mi mujer estaba desnuda y yo también. Ai ofreció un buen dinero para poder tener sexo con mi esposa y dejarme observar todo de cerca.

Ver a la esposa teniendo sexo con otro

Y el bastardo aceptó porque estaba necesitado de dinero. Y acabamos haciendo esta locura tan emocionante. Yo estaba en el sofá de la sala de estar parado polla dura viendo todo. Y el cabrón estaba besando la boca de mi mujer y quitándole la ropa. Entonces mi mujer le sacó la polla y empezó a chuparla intensamente. El cabrón estaba excitado y gemía suavemente mientras mi mujer lo chupaba sin parar.

Y yo estaba allí mirando todo con la polla dura masturbándose intensamente. Y la safadinha después de chupar el macho quería sentarse en su polla. Y con mucho cuidado se sentó sabroso en la parte superior del palo safadinho dejándolo muy excitado. Y gimió con fuerza con la enorme polla entrando y saliendo sin florituras de su coño. Y para dejar a mi mujer aún más excitada el cabrón se llevó sus cuatro.

Le pedí que le diera una palmada en el culo a mi mujer y obedeció. Siguió dándole palmadas en el culo y penetrándole el coño sin florituras dejando a la perra loca cachonda. Y no pude resistirme, tenía que ver esa enorme polla de cerca y la agarré. Y me acerqué viendo como el travieso penetraba una vez más en mi mujer, y al final acabó gozando en su cara y en la mía y fue sensacional este momento sabroso.