Mujer madura tiene sexo con joven lesbiana por dinero. Me llamo Beatriz, mi padre es dueño de una gran cadena de supermercados y tenemos mucho dinero. Y como le ayudo también acabo ganando mucho dinero. Y soy una joven de sólo 20 años, millonaria, y creo que el dinero lo puede comprar todo, y realmente lo compra casi todo.
Y un día entré en un restaurante y había una camarera muy guapa y caliente. Tenía poco más de treinta años y era una mujer deliciosa. Y terminé enamorándome de ella, y como soy una lesbiana rica la invité. Que saliera a pasear conmigo y a cenar un día, aceptó y a la noche siguiente la llevé a cenar a un gran restaurante.
Y después me pidió que la llevara a casa porque su marido ya había llegado y tenía que volver. Intenté besarla pero no aceptó y me pidió que me la llevara. Así que decidí hacer lo que hace un buen millonario, y le ofrecí unos cuantos dólares y los puse en su bolso. No pudo negarse y empezamos a intercambiar deliciosos besos allí mismo en el coche.
Y esta safadinha se fue conmigo a la cama y al llegar allí estábamos recibiendo peladinhas y ella vino besando mi boca. Y ella estaba completamente desnuda y yo podía estar recibiendo y chupando los hermosos y grandes pechos y luego el enorme culo que tiene. Y estaba chupando el coño de la traviesa que gemía intensamente y pedía más y más lenguas en el coño.
Y también metía el dedo en el coño de la traviesa dejándola muy excitada. La perra gimió intensamente y dijo que era muy sabroso que le chupara el coño. Entonces le pedí a esta safadinha que también me chupara el coño. Yo estaba a cuatro patas y ella empezó a chuparme el coño dejándome muy excitado y cachondo la up.
Y para emocionarnos aún más juntos hicimos un intenso intercambio. Donde se sentó con su coño en mi cara y puso su boca en mi coño. Y nos intercambiamos chupando el coño juntos y sólo paramos cuando nos corrimos intensamente. Se puso muy mojada y excitada y dijo que yo era mejor que su marido. Y terminamos siendo amantes.
Me llamo Rachel y voy a contaros cómo acabé teniendo un sexo lésbico muy sabroso en el probador de la tienda. Trabajo en una tienda de lencería de lujo aquí en el centro de Tulum. Y un día...
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