Traicioné a mi mujer con su amigo gay

Traicioné a mi mujer con su amigo gay y me pasé toda la madrugada penetrando el culo de este joven cabrón que tiene un culo enorme, mucho más grande que el de mi mujer. Y a bote pronto diré que soy hombre, me gustan las mujeres y no los homosexuales, pero que allí consiguió dejarme excitado, porque su culo es realmente grande y sabroso y no pude resistirme. Me llamo Ricardo y os voy a contar cómo acabé penetrando el culo del joven Eduardo, un joven de 21 años que trabaja en el salón de belleza de mi mujer y son muy buenos amigos.

Casi todos los fines de semana Eduardo viene a comer a mi casa, él y mi mujer practican por primera vez y va con un pantalón corto y muy ajustado que resalta su culo. Es en estos momentos cuando me emociono viendo al joven gay hacer ejercicio con mi mujer. No paro de mirar su enorme culo y admirarlo, y también de pensar en lo grande que debía ser sin ropa. Y me estaba gustando mucho esto y quería satisfacer mi curiosidad.

Y un día estaba bebiendo aquí en casa, era de noche y no se iba solo porque ese día llovía mucho. Así que durmió en una de las habitaciones de invitados y yo me tumbé en la cama durante mucho tiempo imaginando que le penetraba el culo. Entonces miré a un lado, mi mujer estaba durmiendo y vi que era el momento de actuar. Muy lentamente me levanté de la cama y me dirigí hacia el dormitorio donde estaba el joven Eduardo, abrí la puerta muy despacio y estaba durmiendo en bragas. Esto me volvió loco, estaba tumbado con el culo en alto y mi polla se puso muy dura inmediatamente.

Me acerqué a él y empecé a acariciar su enorme culo. Hasta que se despertó, un poco asustado y todavía borracho se avergonzó cuando me vio allí delante de él sentado a su lado. Y le dije que siempre había querido tener sexo con él, así que sin esperar respuesta le besé la boca y le gustó. Entonces salté a la cama, le quité las bragas y le puse boca abajo. Saqué mi pene y empecé a penetrar su culo y él se bajó y dijo que necesitaba usar un poco de lubricante. Cogió uno de su bolsa y empezó a chuparme la polla primero. Y vi que el bastardo realmente iba a tener sexo conmigo.

Mientras me la chupaba le dije que sería nuestro secreto y le pedí que no se lo dijera a mi mujer. Y dijo que por supuesto nunca lo diría porque necesitaba su trabajo y después de chupármela empezó a frotar el lubricante en mi pene. Luego se puso a cuatro patas y me dijo que le penetrara el culo muy lentamente. Me volví loco de lujuria al ver ese enorme culo y comencé a penetrarlo. Mientras tanto, yo sujetaba con fuerza el gran culo del bribón mientras mi pene entraba en su apretado culo.

Para excitarme y hacer que me corra este chico travieso empezó a besar mi boca y a sentarse sobre mi polla. Ai terminé disfrutando sabroso en su culo caliente e hice gozar al cabrón, mientras se sentaba le acaricié el pene. Y disfrutamos mucho esa noche, luego volví a mi habitación para dormir con mi amada esposa.