Le di el pecho al policía para que no me pusieran multa

Tengo una historia muy loca para compartir con ustedes para que puedan pasar un buen rato leyendo ese cuento erótico de calidad. Y te vas a volver loco con este cuento erótico que me pasó hace un tiempo donde le chupé al poli cabrón para que no le pusieran una multa e hice correrse al cabrón en cuestión de minutos con mi garganta profunda que lo impulsó loco de lujuria.

Y todo empezó un día en que estaba muy borracho y manejando. Entonces me paró un policía que quería mi carnet de conducir y para mi mala suerte lo había olvidado en casa. Estaba claro que quería que me bajara del auto, y aun así iba a darme una multa y alejarme con el auto.

No podía permitir que eso sucediera porque el auto pertenece a mis padres y estarían muy enojados conmigo por hacer esto. Entonces, como soy una nínfula muy traviesa y sé cómo resolver mis problemas, tuve una idea. Cómo había olvidado mi billetera en la casa de mi amigo y no tenía dinero para un soborno. Tenía que hacer lo que mejor sé hacer, dar una buena alimentación.

Le di el pecho al policía bastardo para que no me multaran

Entonces lo invité a subirse a mi carro porque amanecía y hacía mucho frío. Entró y me pidió mi licencia de conducir de nuevo. Y tuve que usar todo mi encanto y me acerqué mucho a él y le di un beso en la mejilla. Luego tomé mi mano en su pene y comencé a acariciarlo.

Sonrió un poco y pensó que era demasiado dulce. Entonces vi que ya había ganado esa pelea y comencé a acariciarlo más hasta que le saqué la polla. Luego comencé a hacerle una buena paja y él gemía suavemente y decía que era muy sabroso. Oh, ya me caí de la boca y comencé a chupar ese pene grueso y agradable. Me lo tragué entero con mi garganta profunda.

El bastardo se enojó de lujuria y empezó a agarrarme la cabeza y a follarme la boca con su polla. Me estaba dando penetraciones muy fuertes en mi boquita. Prácticamente me estaba follando la boca y para que no me multaran tuve que irme y seguir amamantando.

Y después de chupar ese pene grueso, el sucio policía ni siquiera se dio cuenta y se corrió en mi boca. Ese chorro de esperma entró en mi boca y terminé tragándolo todo y casi me atraganto. Luego me llamó puta y me dijo que prestara más atención y que no me olvidara más de la cartera. Y si me volvía a atrapar me follaría el culo muy agresivamente.