Tuve que follar a mi criada por la fuerza

Solo tengo 19 años y mis hormonas están muy altas. Y para colmo, mi madre todavía contrató a una sirvienta no muy linda, pero con mucho culo, y todavía usa pantalones ajustados que me vuelven loco de lujuria.

Y lo que estoy a punto de revelar me sucedió la semana pasada con mi pequeña y sexy ama de llaves. No pude mantener mi polla en mis pantalones y tuve que atacar a esta deliciosa morena con el culo gigante. Mi empleada doméstica se llama Mercedes, tiene como 40 años, está casada y se queda aquí toda la tarde trabajando.

Mis padres están muy ocupados y trabajan todo el día. Y me quedo aquí en la casa donde vivo junto con Merdeces. Y te juro que ya no soporto ver ese culo enorme moviéndose por aquí en casa. Y realmente no me pude resistir. La semana pasada me dejó una joven de la universidad. Y pensé que me la follaría pero al final no quiso, solo me engañaba.

Así que llegué a casa nerviosa y muy emocionada porque tenía muchas ganas de follar. Y ahí estaba Mercedes limpiando la casa otra vez con ese enorme culo moviéndolo bien. Fui a mi cuarto a masturbarme y ver si me relajaba un poco. Y de la nada se abre la puerta y aparece la criada. ¿Quién se sorprende al verme con una polla dura viendo pornozão en la televisión.

Tuve que forzar a follar a mi criada y correrme por el culo

Cuando la criada me vio con la polla dura ya estaba cerrando la puerta y saliendo. Corrí y la agarré por los brazos y la llevé a mi habitación. Le pregunté si le gustó lo que vio y me dijo que no. Que solo quería salir de allí y continuar su servicio. Tiré el rabo muy fuerte sobre la cama y ella se asustó.

Le he estado quitando la ropa y ella está gritando y forcejeando. Así que vivo en una mansión y es muy difícil que alguien la escuche gritar. Y entonces estaba escuchando esos gritos y quitándole la ropa a Mercedes porque tenía muchas ganas de follármela.

Logré rasgar la parte superior de su ropa y estaba chupando con fuerza esos deliciosos senos caídos. Los pantalones que eran difíciles de quitar, incluso tuve que abofetear a esa zorra. Pero con mucho trabajo logré quitarle los pantalones.

De todos modos, la criada estaba allí en mi habitación en ropa interior y yo estaba loco de deseo. Me acerqué a ella de nuevo y la tiré sobre la cama de nuevo. La puse muy agresivamente y quedó de culo. Luego me fui con todo y ya metí mi pene en su coño y comencé a follarle el culo.

La penetraba varias y varias veces y ella intentaba escapar. Hasta cuando me saqué el pene cuando accidentalmente lo volví a poner en el agujero equivocado. Mercedes gritó con mi polla entrando en su culo. Y seguí follando y riéndome, me encantaba follar ese culo caliente. Luego la despedí y el otro día estaba allí porque necesitaba el trabajo.